Donde haya odio, siempre yo amor;
Donde haya injuria, Perdón;
Donde haya duda, Fe;
Donde haya desesperación, Esperanza
Donde haya tristeza, Gozo.
Oh, Divino Maestro,
Concédeme que no busque tanto ser
consolando como consolar,
ser amado como amar.
Porque dando es que recibimos.
Perdonando es que somos perdonados.
Y muriendo es que renacemos
a la vida eterna.
v.1.8.18