madre. Era una mujer inspiradora de fe, amaba al Señor con todo su corazón. Se dedicó a su
familia como ama de casa a la que le encantaba cocinar, coser y cultivar su jardín. Aunque no
tenía muchas riquezas materiales, vivió una vida muy bendecida. Siempre decía que nadie
tenía hijos tan buenos, que nunca la dejaron sola. Junto con nuestro papa , Roberto Varela,
formaron un hogar con 5 hijos: Lydia, Iracema, David, Laura y Cithel. Nuestra familia creció con
13 nietos y 8 bisnietos. Ella nos enseñó a ser agradecidos en todo tiempo. Agradecemos al
Señor por el legado que dejó, una vida de paz, agradecimiento y sobre todo una vida cristiana.