Jesus Hilda Lopez, Nacida el 25 de junio de 1937 en Nogales, Sonora, México, Jesús Hilda López entro al Reino de Dios en la comodidad de su hogar el 30 de julio de 2022. Le dio a su familia 85 años de amor, risas, alegría y la sobreviven 7 hijos, 15 nietos y 4 bisnietos. Siempre con el objetivo de darles a sus hijos la mejor vida y futuro posible, trabajó y se destacó como vendedora, secretaria, costurera y empresaria. Más que una profesional exitosa, tuvo éxito donde muchos a menudo se quedan cortos: ser un ser humano increíble. Predicó con el ejemplo; amaba a sus vecinos, era increíblemente caritativa y siempre rezaba, defendía y les donaba a los menos afortunados. Era paciente, le daba a la gente el beneficio de la duda, una segunda (y tercera, cuarta y centésima) oportunidad de redimirse, y en más de una ocasión, le dio la camisa que llevaba puesta a un extraño. En un mundo que a menudo es oscuro, aterrador y tumultuoso, ella era la luz, el consuelo y la calma en las vidas de aquellos que tenían la suerte de conocerla.
Aunque asumió todos los roles que ella ocupó (madre, abuela, bisabuela, amiga) con gran seriedad y se guió por el deber, ella era el alma de la fiesta dondequiera que iba, bailando hacia sus 85 años en la graduación de su nieto, permitiéndole a sus nietas practicar sus habilidades de peinado y maquillaje cada vez que se lo pedían, haciendo amigos donde quiera que fuera y, sobre todo, encontrando alegría, risa y esperanza en cualquier situación.
Su amabilidad, diligencia e inteligencia se ganaron el respeto de quienes la rodeaban, y ella era el tipo de persona de la que la gente se enamoraba, aunque solo la conocieran a través de las historias de sus seres queridos. A menudo la encontrábamos bailando y cocinando en la cocina, tejiendo, escuchando su música favorita e incluso escabulléndose al casino con sus amigas para relajarse y divertirse.
No hay suficientes palabras para describir el impacto que tuvo en nuestras vidas, las lecciones que nos enseñó o el legado que deja. Lo que podemos decir con certeza y orgullo es que la extrañaremos desesperadamente; aunque sabemos que algún día volveremos a estar con ella, pasaremos nuestros días hasta entonces pensando en ella y amándola como lo hicimos mientras estuvo con nosotros.
Te amamos sin medida, siempre.
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v.1.8.17