Ramon A. Santiago Sr.

Ramito, como cariñosamente le llamaron su familia y amigos, nació en Coamo Puerto Rico el día 24 de marzo de 1941. Tuvo tres hermanos y seis hermanas menores y el era protector de sus hermanas y de su mamá a quien amó mucho. Cuando una de sus hermanas se graduó de primer grado, ella se puso un traje color rosa y Ramito la llevó a caballo a su graduación. Uno de sus hermanos ya fallecido, Fijo, le pedía la bendición a su padrino Pale y Ramito también se la pedía. Un día Lydia, que ere hija de Pale, le preguntó que por qué lo hacía y Ramito decía “yo se porque lo hago” y claro después se descubrió que ya miraba a Lydia con ojos de enamorado y el siete de agosto de 1965 se casó con ella.

El 2 de agosto de 1966, nació su primer hijo, Ramón Antonio, Jr a quien también conocemos como Papo. El lo miraba y no lo creía. Ayudaba a cuidarlo, pero no le cambiaba pañales. El 2 de noviembre de 1968, un día de votaciones, nació Lydia o como cariñosamente le llamamos, Lily. Ya con sus dos hijos y con Vieja, como le decía cariñosamente a Lydia, se traslado a vivir a Boston. Allí trabajó en una fábrica de prendas de fantasía y luego en mantenimiento de barcos. Una vez tuvo que llevar a Lydia al hospital y dejo a su compadre Moriche, cuidando a Papo. Moriche decía que era malo porque el nene le tiraba con cosas y él le gritó “mira te estás quieto o se lo digo a tu pai” y quien se asustó fue Moriche porque Ramito estaba detrás de él. De ahí a Moriche le decían los nenes que era su “baby sitter” . A Ramito le regalaron un carro convertible y se fue con Moriche a pasear bajo nieve en el carro al que no le servía la capota y ellos le pusieron un pedazo de tela. Así de valientes viajaron de Rhode Island a Massachusetts con su capota de tela.

EL 23 de marzo de 1970, nació su tercer hijo, Edwin y regresó a vivir a Puerto Rico. Allá tuvo un carro de transporte público y los domingos iba en él con su familia a la iglesia. Allá llevaba a sus hermanas y a Lydia a trabajar.

Más tarde decide regresar a Estados Unidos y se va con su familia a vivir a Cleveland. Allí trabajó en una fábrica de plomería. De esos años tenía más historias que contar. En una ocasion subió a un carro pequeño con Guilly y siete amigos más para pasear a Nueva York. Cuando llegaron casi no podían bajarse por lo incomodos que iban. En el 1988, ya su nena Lily, había decidido entrar al Army y le pidió que cuando fueran a buscarla no la llamaran por teléfono para que Ramito no se enterará cuando se iba, pero el reclutador llamó a la casa y cuando le preguntó a Ramito por ella, él se afectó tanto que lloró y lloró y Lily por poco no se puede ir. Sin embargo cuando ella conoció a quien se convirtió en su esposo, Edward, a Ramito le simpatizó y al Edward decirle que se pensaban casar, Ramito le dijo: “Ok, Cuándo?

En el año 2003, ya había visitado a su amigo Víctor en Tampa y decide luego de su retiro, venir a vivir aquí. Semanalmente se reunían religiosamente con Víctor, su esposa y su esposa Lydia a ver el programa “Así canta Puerto Rico” de música típica puertorriqueña. Música que a hijo Edwin no le gustaba y a Ramito le gustaba decirle que la escuchara.

Una mañana que Lydia iba a trabajar, él estaba en la terraza y miraba un árbolito que tenía un chorrito y le dijo a Yiya, “Vieja, mira solo llueve en ese palito. Yiya miraba y le decía que raro y no llueve en otro lado, pero se fue a trabajar. Lo comentó en el trabajo y a sus compañeros pues era raro porque no llovía en otro lado. Llamó a Ramito y él salió afuera y cuando se acercó al árbol, la manguera estaba rota y ese chorito era la “lluvia” que le caía al árbol.

Ramito fue especial. Fue un buen hijo y padre. Papo, su hijo mayor quien le siguió a Tampa, fue su amigo y complice en sus cosas. Planificaban sus fines de semana con los hijos de él y su esposa María. Fue un buen hermano y amó a su Puerto Rico. Nunca dejó de buscar a sus hermanas y recordaba pedir sus rellenos de apio a Margarita cuando viajaba. Por cuarenta y cinco años, fue esposo de Lydia y ella siempre vivira con los bonitos recuerdos que vivieron.