Si la trayectoria de la vida fuera una percha, la de Roberto tendría al menos veinticinco sombreros: padre, esposo, amigo, arquitecto, artista gráfico, fotógrafo, músico, publicista, promotor, relacionista, comunicador, cineasta, empresario, inversionista, desarrollador, explorador, inventor, publicador de libros y también cuentista… comediante… rebelde con y sin causa… soñador…
Algunos aquí lo recordarán de sus tiempos de hippie rockero, como un trotamundos imparable. Otros, como un profesional apasionado y osado, luchador incansable, logrando lo imposible, pensando siempre en grande, queriendo lo mejor en todo. Amante de la naturaleza, la flora y la fauna, y en especial a ciertos tres gatos peludos. Era también amante de las artes, la cultura, la paz y la libertad.
La franqueza de Roberto era notable y cuando decía ser bromista, le sacaba carcajadas al más serio. Pero, todo en su lugar, porque también Roberto era un hombre de mucha fe y mucho agradecimiento a Dios por sus bendiciones. Y no se sobreestimaba, ni se subestimaba… porque Roberto no tenía complejos. Él siempre reconocía el talento de los demás sin sentirse amenazado por nadie. Tuvo sus héroes
y sus “role models”, a quienes emuló.
Sabemos que Roberto vivía muy aferrado a la vida y la aventura. Decía con orgullo, “¡que me quiten lo bailao!” Era atrevido, arriesgado y osado. En lo profesional, Roberto vivía entusiasmado con cada proyecto y obsesionado por hacer lo impensable. La palabra límite, no era parte de su vocabulario. Siempre lograba la excelencia en todos sus proyectos. Se describía al él mismo como un hombre “multidisciplinario, multi-generacional y un ciudadano del universo”.
Roberto era un híbrido glorioso. Un Quijote idealista a caballo, pero también un Sancho con los pies en la tierra. Además, era un gran patriota, con sus dos grandes patrias, Cuba y Puerto Rico. “Cubarriqueño”, hablando dialecto boricua con un acento cubano… A gran velocidad, caballero, pero todo muy bien pensado.
Alegre, entusiasta y positivo, así era Roberto. Con palabras de elogio para todos.
Siempre motivando para trabajar por un mejor Puerto Rico. Un Visionario que convertía las Preferencias en Soluciones. Y su optimismo no cesaba, aún cuando él mismo se sospechara de que estaba “A Step Away” de esta, su última aventura.
¡Buen viaje, amigo!
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v.1.8.18