No lloréis, voy a reunirme con
el Señor. Os espero en el cielo;
yo muero pero mi amor no muere.
Yo os amaré en el cielo como os
he amado en la tierra.
No os dejéis abatir por la pena,
queridos míos, mirad más bien
la vida que ahora empiezo y no
la que he concluido.
v.1.8.18