Fueron sus padres el Sr. Ramón Rodríguez-Ema y la Sra. Doris Reyes Bravo. Tuvo por hermanos a Ramón, José y Doris; Ramón y Doris ya habían partido a morar con el Señor. Teresa estudió en el Colegio de las Madres en Santurce, de donde se graduó de Cuarto Año de Escuela Superior junto a un grupo de grandes mujeres a quienes llamaba sus amigas. Completó un Grado Asociado en Secretarial en el Colegio Sagrado Corazón en la Parada 19 en Santurce y comenzó su vida laboral trabajando en la oficina de contabilidad de su padre.
Teresa vivió una vida plena y a su manera. Procreó cinco hijos: Teresa, Eugenio, Esteban, José y Ana María. Entre ellos añadieron hijos políticos a su vida: Teresa, Elika, Zuleika, y David. Entonces, entre Esteban, José y Ana María multiplicaron la prole de Teresa, sumando a la familia a la cepa de nietos: Rocío, Esteban, Daniel, Fabiola y Diego; Davicito, quien se casó con María y ambos se convirtieron en padres de Victor y Oliver, y Danette, quien se casó con Jacob y son los padres de Bennette y Lenna. Numerosa la descendencia de Teresa, sin duda.
Ella disfrutaba la vida al máximo junto a su familia, y decía que ese era su mejor regalo: su familia.
Teresa se licenció como Agente de Bienes Raíces y también tomó cursos de Decoración de Interiores. Durante los años 90 laboró para la entonces Puerto Rico Telephone Company, de donde se retiró.
Teresa se involucró con causas filantrópicas y de bien comunitario. Presidió la Liga de Mujeres Votantes. Perteneció al Garden Club of Puerto Rico y lo presidió por casi cuatro años. Se inició este año en la UMA y también perteneció al Club Cívico de Damas, Mujeres ante la Adversidad, Alas a la Mujer, entre otras organizaciones de las cuales fue voluntaria ya que se sentía feliz de poder aportar a su comunidad y al empoderamiento de la mujer en la sociedad.
Teresa disfrutaba viajar, pintar, bailar, compartir y tomar vino espumoso. Recientemente viajó a Colorado, sóla, a encontrarse con su queridísima amiga Rosita Torregrosa, con quién visitó un sinnúmero de hermosos lugares que le encantaron y cautivaron. Valiente y arriesgada era Teresa, sin duda. Imagínense que estaba planificando viajar a Japón el próximo año para aprender nuevas técnicas de pintura con pinceles y descubrir otros hermosos lugares de nuestro maravilloso mundo.
No cabe duda de que Teresa vivió su vida al máximo. Ella siempre decía que, si volviera a nacer, quería tener la misma familia, ya que se sentía sumamente orgullosa de todos. La vida es frágil, y la muerte, inesperada. Teresa partió sorpresivamente de este mundo el 24 de octubre de 2022, y al irse nos dejó tristeza y vacío. Pero nos consuela la Fe, la certeza de que Descansa en Paz, y la tranquilidad de que vivió su vida a plenitud.
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v.1.8.17