Don José y doña María, quienes trajeron al mundo 12 herederos, nombraron a su tercer hijo Norberto.
La infancia del Norberto Barreto Barreto transcurrió en Morovis, donde estudió hasta cuarto año superior. Después, motivado por sus hermanos que trabajaban en el área metropolitana, se trasladó a Santurce, donde laboró como mesero en distintos restaurantes.
Uno de los restaurantes era El Nilo de Santurce, en la Parada 23, popular punto de reunión de celebridades. Allí, mientras cantautora puertorriqueña Sylvia Rexach escribía sus canciones y fumaba, Norberto le servía su bebida favorita.
Años después, mientras trabajaba como ayudante de cafetería en un colmado en las afueras del residencial Luis Llorens Torres, justo en la entrada del expreso Román Baldorioty de Castro y Punta Las Marías, conoció a la encantadora Irma Moya, con quien se casó, y con quien permaneció 57 años.
Irma y Norberto trajeron al mundo y levantaron a cuatro varoncitos: Norberto, Walberto, Reinaldo, Javier; y a una hermosa niña: Brenda.
Javier 25 de diciembre. Reinaldo el día de reyes. Ambiente de campo y Batey
Determinado y trabajador, Norberto Barreto Barreto se convirtió en dueño del restaurant Atlantic View, concurrido también por celebridades como Mohammed Alí, donde se mantuvo hasta que en la década de 1980 el sector comenzó a decaer.
En la década de 1990, se unió a las filas de los guardias de seguridad en Puerto Rico, donde estuvo al servicio de Hacienda, el Capitolio, la Autoridad de Energía Eléctrica y la Asamblea Municipal de San Juan.
Norberto era amante del arte, de la música, y tocaba guitarra. Heredero de la tradición del batey en el campo puertorriqueño, guitarra en mano, a Norberto le encantaban las fiestas de navidad, por lo que él y su esposa celebraron con algarabía el nacimiento de su hijo Javier el 25 de diciembre y su hijo Reinaldo el 6 de enero.
Durante sus últimos años, Norberto Barreto fue realizador de los diseños de escenografía de su hijo mayor, Norberto Barreto Moya.
El 29 de junio de 2024, a las diez y veinticinco de la noche, rodeado del calor y amor de su familia, quienes estuvieron a su lado durante el largo proceso de su enfermedad, Norberto Barreto Barreto le regaló a la vida su última respiración.
Le sobreviven su esposa, sus hijos, 17 nietos y cinco bisnietos.
Guardaremos en nuestra memoria el recuerdo de su existencia alegre y valiente, agradecidos por la invaluable experiencia de haber compartido con él una travesía de retos, victorias, lecciones y amor. Aplausos para su vida.
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