Es un ser especial donde quiera que fuera se ganaba el cariño de las personas. Muy servicial con su familia, compañeros de trabajo, sus vecinos, sus nietos pero sobre todo con Yeriel que le enseñó a ver la lucha libre. Pudo conocer su nieto más pequeño y vió el parto por cámara y estaba muy emocionado y feliz. Los amo incondicionalmente.
Quien realmente lo conoció sabe que amaba la música pero sobre todo bailar y decorar en navidad que era su época favorita y Dios le regaló que su nieto naciera ese mismo día 25 de diciembre.
Fue un padre excelente quien llamaba mi nena mi nena y ay era toda una mujer la luz de sus ojos. Hasta el final así la llamo.
Sobre Moisés podemos escribir muchas cosas y nunca terminamos pero lo recordaremos como un ser de luz y con fé.