February 5, 1947 – December 14, 2015
Our mother, Carmen Zubia, ended her suffering and entered the Kingdom of God on December 14, 2015. She is survived by her husband of 49 years, Antonio Zubia, her five children, Theresa, Susana, Eva, Carlos, and Antonieta, 1 stepson, Tony, and 13 grandchildren, Adam, Bobby, Paulina, Max, Alex, Christian Andrew, Rita, Frankie, Jade, Matthew, Mia, and Leo, and many more loved ones. She is preceded by her mother and father, Teresa and Carlos Benitez, her brother, Carlos Benitez, and her grandson Bradley Speranza.
Carmen was a devoted wife, mother, grandmother, sister, aunt, cousin, and friend. Her beauty exuded through her selfless and unconditional love that she shed onto anyone she met. She filled her home with life, food, music, and especially love. She was a second mother to all who met her; she truly loved everyone that entered her front door. She made you feel especially loved when, with a gleaming smile, she filled your tummy with a warm meal. She allowed us to be imaginative, playful, mischievous, and she most importantly taught us how to love. God blessed us with a saint.
Every Christmas, our home would steam sweet smells of chiles, masa, and carne colorado. Our mother was a master chef, gaining her desire to cook from our Mama Teresa. Our mother heralds from a strong-willed, loving mother; it’s no wonder that our mother turned out to be a perfect mother and grandmother.
Words cannot express how much she will be missed. She was our first love and our best friend, and she was there whenever we needed her. Her life was her children and grandchildren. It’s hard to imagine this life without her, but we are consoled that our God has cured her of her pain and suffering.
We know you are always with us. We love you mommy.
Nuestra madre, Carmen Zubia, dejó de sufrir y entró en el Reino de Dios el 14 de diciembre de 2015. Le sobreviven su esposo durante 49 años, Antonio Zubia; sus cinco hijos, Theresa, Susana, Eva, Carlos y Antonieta; 1 hijastro, Tony; y 13 nietos, Adam, Bobby, Paulina, Max, Alex, Christian Andrew, Rita, Frankie, Jade, Matthew, Mia y Leo; y muchas más personas queridas. Le precedieron su madre y su padre, Teresa y Carlos Benítez; su hermano, Carlos Benítez; y su nieto, Bradley Speranza.
Carmen era una devota esposa, madre, abuela, hermana, tía, prima y amiga. Su belleza rebosaba a través de su amor generoso e incondicional que ella dio a cada persona que conoció. Ella llenó su casa con vida, comida, música y, sobre todo, amor. Era una segunda madre para todos los que la conocieron; realmente amaba a todos que entraron en su casa y vida. Ella te hacía sentir especialmente amado cuando, con una sonrisa brillante, llenaba las pancitas con su comida caliente. Nos permitió ser imaginativos, juguetones, traviesos y, lo más importante, nos enseñó a amar. Dios nos bendijo con una santa.
Cada Navidad, nuestra casa se llenaba con los olores dulces de chiles, masa y carne colorado. Nuestra madre era un maestro de cocina, su deseo de cocinar aprendido de nuestra Mamá Teresa. Nuestra madre nació de una madre amorosa con un carácter fuerte y no queda duda porque nuestra madre resultó ser una madre y abuela perfecta.
Las palabras no pueden expresar cuánto la extrañaremos. Ella era nuestra primer amor y nuestra mejor amiga, y siempre estaba allí cuando la necesitábamos. Su vida eran sus hijos y nietos. Es difícil imaginar esta vida sin ella, pero nos consuela que nuestro Dios la ha curado de su dolor y sufrimiento.
Sabemos que está siempre con nosotros. We love you mommy.
SHARE OBITUARY
v.1.8.18