Me envolvió una luz blanca
que me sanó del dolor
y una melodía santa
me llenó con su amor.
Ví las flores más hermosas:
margaritas, azucenas,
jazmines y rosas.
Todo el sendero hacia arriba
perfumado y lleno de color
y en la más lejana altura,
los brazos del Señor.
v.1.8.18