venga tu reyno,
hagase tu voluntad,
asì en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan cotidiano,
Y perdónanos nuestras deudas,
asì como nosotros perdonamos á nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación,
mas líbranos de mal.
Amén
v.1.8.18