Pedro I Emiliano

Pedro was born in Río Bravo, Tamaulipas, on December 4, 1948, to the late Agapito Emiliano and Guadalupe Infante Emiliano. He graduated from Lydia Patterson Institute in El Paso, TX, and continued his studies at Instituto Magdiel Bible Seminary in Matamoros, Tamaulipas. Pedro was married to María Socorro Valdez Emiliano.

After graduating from Bible seminary, he became the lead pastor of Templo Monte Calvario on June 5, 1970, where he faithfully served for 40 years. During those four decades, led by the Holy Spirit, the love of Jesus, and empowered by the grace of God, he achieved remarkable milestones. He pastored the first Hispanic church to be recognized among the top 100 churches in America, founded one of the first Spanish Christian radio stations in the country, hosted a daily television program, published a newspaper and magazine, and established a Christian academy. His ministry took him across nearly every country in Latin America, where he passionately preached the gospel. With the support of ministry partners, he contributed tens of thousands of dollars to help those in need in Mexico and other parts of the world. Through it all, his driving force remained a burning passion and desire to fulfill the Great Commission: “Go ye into all the world and preach the gospel to every creature.”

Pedro was also a devoted family man who prioritized his loved ones. Almost every Monday, there was a cookout at the Emiliano household—he loved to grill. He was an avid fan of the Mexico National Soccer Team and Las Águilas del América, but his greatest sports passion was being a die-hard Dallas Cowboys fan.

Pedro is survived by his wife, María Socorro, along with her children and grandchildren in Sonora, Mexico, and Arizona. He is also survived by his son, Eli, and his wife, Rocio, of Dallas, TX; his daughter, Evie, and her husband, Mickey, of Odessa, TX; and his three grandchildren, Emily, Ethan, and Emeree.

Pedro was preceded in death by his daughter, Edith Eunice Esquivel; his father, Agapito Emiliano; his mother, Guadalupe Infante Emiliano; and his brother, Elías Emiliano.

The family of Pedro Infante Emiliano wishes to express their heartfelt gratitude to all his brothers, sisters, nephews, and nieces for their support during this time. Special thanks to Pastor Samuel Emiliano and the congregation of Iglesia Filadelfia for their hospitality.

We are also deeply grateful for the hundreds of comments on social media, text messages, and phone calls, as well as for every person who has joined us during these days, from near and far. Your love and support mean the world to us.

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Pedro Infante Emiliano, de 76 años, originario de Sonoyta, Sonora, México, y Andrews, TX, falleció el 22 de marzo de 2025 en Phoenix, Arizona.

Pedro nació en Río Bravo, Tamaulipas, el 4 de diciembre de 1948, hijo de los fallecidos Agapito Emiliano y Guadalupe Infante Emiliano. Se graduó del Instituto Lydia Patterson en El Paso, TX, y continuó sus estudios en el Instituto Bíblico Magdiel en Matamoros, Tamaulipas. Pedro estuvo casado con María Socorro Valdez Emiliano.

Después de graduarse del seminario bíblico, se convirtió en pastor principal de Templo Monte Calvario el 5 de junio de 1970, donde sirvió fielmente durante 40 años. Durante esas cuatro décadas, guiado por el Espíritu Santo, el amor de Jesús y fortalecido por la gracia de Dios, logró grandes hitos. Pastoreó la primera iglesia hispana en ser reconocida entre las 100 mejores iglesias de Estados Unidos, fundó una de las primeras estaciones de radio cristianas en español en el país, condujo un programa diario de televisión, publicó un periódico y una revista, y estableció una academia cristiana. Su ministerio lo llevó a casi todos los países de América Latina, donde predicó con pasión el evangelio. Con el apoyo de sus socios ministeriales, contribuyó con decenas de miles de dólares para ayudar a personas necesitadas en México y otras partes del mundo. A lo largo de todo esto, su mayor motivación fue cumplir con la Gran Comisión: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”

Pedro también fue un hombre de familia dedicado, que siempre priorizó a sus seres queridos. Casi todos los lunes había una carne asada en la casa de los Emiliano—le encantaba cocinar al aire libre. Era un fiel seguidor de la Selección Mexicana de Fútbol y de Las Águilas del América, pero su mayor pasión deportiva era ser un incondicional aficionado de los Dallas Cowboys.

Pedro deja atrás a su esposa, María Socorro, junto con sus hijos y nietos en Sonora, México, y Arizona. También le sobreviven su hijo Eli y su esposa Rocío, de Dallas, TX; su hija Evie y su esposo Mickey, de Odessa, TX; y sus tres nietos, Emily, Ethan y Emeree.

Pedro fue precedido en la muerte por su hija, Edith Eunice Esquivel; su padre, Agapito Emiliano; su madre, Guadalupe Infante Emiliano; y su hermano, Elías Emiliano.

La familia de Pedro Infante Emiliano desea expresar su más sincero agradecimiento a todos sus hermanos, hermanas, sobrinos y sobrinas por su apoyo en estos momentos difíciles. Un agradecimiento especial al Pastor Samuel Emiliano y a la congregación de la Iglesia Filadelfia por su hospitalidad.

También estamos profundamente agradecidos por los cientos de comentarios en redes sociales, mensajes de texto y llamadas telefónicas, así como por cada persona que nos ha acompañado en estos días, ya sea desde cerca o desde lejos. Su amor y apoyo significan el mundo para nosotros.