Papá, fuiste un hombre fuerte e muy inteligente. También fuiste incansable ayudando a otros, por tu voluntad y no por esperar algo a cambio. Nos enseñaste a amar y el amor que sentías por nuestra madre era de lo más puro. Te fuiste muy pronto y es difícil expresar cuanto te vamos a extrañar, porque faltan palabras para describir la profundidad de nuestro amor por ti. Que descanses en paz Papá, ahoy tú gozas de la vida eterna. De parte de toda tu familia Arevalo.