Ramon Curiel, amado esposo, querido padre, granpa, tío y amigo… hoy comparte el cielo con sus demás seres queridos, sus padres Mónica y Feliciano lo recibieron en el cielo con regocijo, al igual que sus hermanas Carmen y Faviana, sus hermanos Chon, Pedro y Martin. Le sobreviven su esposa Elvira, sus cinco hijos, 12 nietos, 2 bisnietos y su hermano Mateo.
Él nos regaló su sencillez, sus anécdotas y cuentos, su sabiduría, su pasión por la lectura, su gusto al canto donde sobresalía su afinada voz, sus sonrisas y ocurrencias, pero sobre todo su empeño en siempre superarse.
Cuando pequeño tuvo una niñez humilde y gracias a sus padres aprendió el valor del trabajo y la perseverancia. La falta de dinero no fue un obstáculo para alcanzar sus sueños, al contrario fue la motivación que lo llevo a buscar oportunidades para realizarse.
A la edad de tan solo 16 años, tomo la decisión de lanzarse en búsqueda de estas oportunidades a pesar de los riesgos y dificultades que implicaría cruzar al norte. Afortunadamente su hermano Martin le abrió el camino y lo recibió en Fillmore en 1949. Desde esa fecha hasta el año de 1966, trabajo en la pisca de temporada en lo que fue la naranja, limones, peras, tomates, algodón, manzanas, betabeles, papas, aceitunas, uvas, cerezas, y alfalfa. Además, trabajo en una fábrica de carbón en Yuma Arizona y en la construcción de carreteras en Veracruz incluyendo la carretera hacia la Bufadora, en Ensenada Baja California, México. En su búsqueda de una mejor vida, Ramon trabajo en distintos lugares incluyendo: Fillmore, Oxnard, Yuma, Tracy, Lake Port, Yakima, Guatemala, Veracruz, Chiapas y Ensenada. Fue en esta última ciudad que estableció un negocio por 18 años. Mientras trabajo en Veracruz, Ramón empezó su amor por la lectura, se instruyo con libros de diferentes temas, entre ellos la filosofía, salud, política, etc. Amplio su interés en estos y otros diferentes temas.
Cuando retorno a su pueblo natal, (14 años después) se casó con Elvira Robles Bobadilla Juntos empezaron su jornada como pareja formando una hermosa familia. Fueron bendecidos con cinco hijos que lo van a extrañar infinitamente. Gonzalo (Susana), Patricia (Miguel), Roberto (Sandra), Isabel (Eusebio) y Rocio (Roberto). Ramón se sacrificó trabajando por su cuenta en mecánica al igual que otros negocios para mantener a su familia. En 1989, Ramon se hizo ciudadano y sintió que todos sus sufrimientos y sacrificios habían valido la pena para poder ofrecer una vida con más oportunidades para sus hijos.
A cada uno de sus hijos, Ramón le inculco el valor de ser trabajadores, ser humildes y valorar la educación. Y lo mismo les ha inculcado a sus nietos: Gonzalo Jr. (Marisol), Néstor y Daniela (hijos de Gonzalo), Ivan y Denise (hijos de Patricia), Desiree (Raúl) y Loren (hijos de Roberto), Héctor y Sammy (hijos de Isabel), Alan y Andrew (hijos de Rocio). Al igual que a sus sobrinos y sobrinas. Y sus enseñanzas también se le inculcaran a sus bisnietos Betito y Devany.
Ramón siempre tuvo interés en superarse intelectualmente y como resultado, en el 2007 a la edad de 75 años, se inscribió en el Colegio de Ventura para perfeccionar su ingles en escritura y pronunciación. En el 2010 obtuvo su GED, (certificado de preparatoria) y decidió tomar cursos de psicología y filosofía en clases normales en el mismo Colegio de Ventura. A pesar de sus enfermedades, él persevero con los cursos de filosofía e inspiro a todos los que le rodeaban a continuar su educación. Ejemplo y reto que deja para los que lo conocimos.
Sera infinitamente extrañado por su esposa, sus hijos, nietos, bisnietos, su hermano Mateo, sobrinos, familiares, amigos y amistades.
Gracias por darnos el privilegio de compartir tu vida con todos nosotros.
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v.1.9.5