Ramon Bouza lived an incredibly full life of 91 years. He was born in rural Galicia, in Xerdiz, Spain on June 22, 1929 to Francisco and Francisca Bouza. Ramon was a precocious child with an early desire to live well. He discovered a childhood gift for working with his hands that along with ambition and a resolute work ethic, would take him far in life. As an adolescent, Ramon earned his first pesetas crafting wooden shoes (zuecas) by hand for villagers. He went on to serve in the Spanish army during the 1940’s where he learned precise barber skills. When life in Franco-ruled 1950’s Spain became difficult, Ramon immigrated to Cuba in his 20’s. He made the long ocean voyage alone, with hopes for a better life in a new land. In Havana, Ramon’s honorable and extroverted nature made him a successful salesman for Prestolite Electric. When the Cuban revolution began, he along with his beloved wife Angela (affectionately known as Nina) were forced to leave Cuba. With the little money he could take with him, he and Nina immigrated to Miami, Florida to start their life anew. Reinventing himself once again, but without the English language skills needed to work as a salesman in the United States, Ramon decided to create a business from that precious skill he learned during his military years – cutting men’s hair. That precise ability with scissors and a gift for story telling won over many clients. Soon enough he purchased his first barbershop and when his thriving business outgrew that space, he purchased another. To this day, his legacy and life’s work, “Ray’s Barber Shop” remains a business gem in North Miami.
Ramon’s legacy is perhaps most greatly marked by his love of family. He shared nearly 60 years with his devoted wife and confidante, Nina. They were kindred spirits in challenging and happy times alike, always by each others side and while during the first part of his life Ramon traveled by necessity, during the second part of his life he traveled by choice, with her by his side. They explored the world and its many cultures together. While he and Nina did not have children of their own, Ramon dearly loved his sisters, nieces and nephews. He was as quick to remind them of the value of hard work as he was to show them his respect and admiration.
Ramon was a true gentleman who will forever be remembered for his love of a good laugh, his zest for life and his love of an occasional glass of whiskey with a cigar on the side. As the patriarch of his family, he will be deeply missed. His family is comforted knowing he lived a long and happy life. Ramon now begins his final journey to reunite with his beloved wife Nina. He is survived by his two sisters Rosa and Hilda, and his nieces and nephews in Spain and Miami.
Ramon Bouza vivió una increíble y completa vida con sus 91 años. Nació en la zona rural de Galicia, en Xerdiz, España, el 22 de junio de 1929, hijo de Francisco y Francisca Bouza. Ramón fué un niño precoz con un impetuoso deseo de progresar y realizarse en la vida. En su infancia descubrio que tenia un don, la habilidad para trabajar con sus manos, que junto con su ambición y una ética de trabajo, lo llevarían lejos en la vida. Siendo adolescente Ramón ganó sus primeras pesetas haciendo zocas a medida, calzado de madera para la gente que se los encargaba. Sirvió en el ejército español durante la década de los 40 donde aprendió las técnicas de barberia. En 1950 cuando la vida en Espana se hizo difícil, Ramón emigró a Cuba con sus 20 años. Hizo el largo viaje por el océano solo, con la esperanza de alcanzar una vida mejor en una nueva tierra.
En La Habana, la naturaleza honorable y extrovertida de Ramón lo convirtió en un exitoso vendedor de Prestolite Electric. Al comienzo de la revolución cubana, el y su amada esposa Angela, conocida cariñosamente como Nina, se vieron obligados a irse de Cuba debido a las circunstancias. Con el poco dinero que podían llevar con ellos, Ramón y Nina emigraron a Miami, Florida, para comenzar una nueva vida. Reinventándose una vez más, pero sin las habilidades del idioma inglés necesarias para trabajar como vendedor en los Estados Unidos, Ramón decidió crear un negocio a partir de esa habilidad que aprendió durante sus años militares, barbería. Su precision con las tijeras y una capacidad para contar historias interesantes lo hicieron ganar muchos clientes. Muy pronto compró su primera barbería y cuando su próspero negocio creció, compró otra más amplia. Hasta el día de hoy su legado y el trabajo de su vida con "Ray’s Barber Shop" sigue siendo una pequeña joya en North Miami.
El legado de Ramón es tal vez más marcado por su amor a la familia. Compartió casi 60 años con su devota y confidente esposa Nina. Eran almas gemelas en tiempos felices y desafiantes por igual, siempre uno al lado del otro. Mientras que durante la primera etapa de su vida Ramón viajó obligado por las circunstancias, durante la segunda etapa de su vida viajó por placer, con ella a su lado. Exploraron el mundo y sus muchas culturas juntos. Aunque Ramón y Nina no tuvieron hijos propios, Ramón amaba mucho a sus hermanas, sobrinas y sobrinos. Fue eficaz en recordarles tanto el valor del trabajo duro como en mostrarles su respeto y admiración.
Ramón fué un verdadero caballero y será recordado siempre por su bondad con sus semejantes, por su entusiasmo por la vida y por la apreciación por las cosas buenas de la vida. Como patriarca de la familia ha dejado un gran vacío. Su familia se consuela al saber que vivió una feliz y larga vida. Ramón ahora comienza su viaje final para reunirse con su amada esposa Nina. Le sobreviven sus dos hermanas Rosa e Hilda, y sus sobrinas y sobrinos en España y Miami.
Written by his loving niece, Isabel Alexa Rodriguez, PhD.
FAMILY
Anibal RodriguezNephew
Isabel RodriguezSecond Niece
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v.1.11.5