Julio Cesar Ferrer, age 94, of Miami, Florida, passed away Friday, June 23, 2023. Julio was born in Havana, Cuba. He was a devoted and loving husband, father, grandfather, great-grandfather, and life-long friend to many near and far. He is survived by his loving wife of 71 years, Ana J. Ferrer, his son Julio Miguel Ferrer, and daughters, Grace Ann and Dianne Susan Ferrer, grandsons, Carlos Antonio and Noel Alexander McPherson, and a host of great-grandchildren whom he adored.
The love and warmth that Julio extended to many will be forever remembered. Through his generous spirit, Julio always had a welcoming smile and a ready helping hand for anyone in need. Those who knew him knew that they could always count on having a seat at his table and sharing in the wonderful meals he thoroughly enjoyed preparing for all. Fond memories such as spending time with family and friends, singing, dancing, eating, and meaningful conversations capture the very essence of who Julio was, and will never be forgotten.
Though he endured a lengthy illness, God saw that it was time for him to rest after a job well done. Julio lived a full and purposeful life without regrets. It is said that when someone you love becomes a memory, the memory becomes a treasure. Julio was his family’s treasure and heartbeat, and he will forever be engraved in our hearts and minds.
Julio César Ferrer, de 94 años, de Miami, Florida, falleció el viernes 23 de junio de 2023. Julio nació en La Habana, Cuba. Fue un devoto y amoroso esposo, padre, abuelo, bisabuelo y amigo de toda la vida de muchas personas cercanas y lejanas. Le sobreviven su amada esposa durante 71 años, Ana J. Ferrer, su hijo Julio Miguel Ferrer y sus hijas, Grace Ann y Dianne Susan Ferrer, sus nietos, Carlos Antonio y Noel Alexander McPherson, y una gran cantidad de bisnietos a quienes él adorado.
El amor y la calidez que Julio extendió a muchos será recordado por siempre. A través de su espíritu generoso, Julio siempre tenía una sonrisa de bienvenida y una mano dispuesta a ayudar a cualquiera que lo necesitara. Quienes lo conocieron sabían que siempre podían contar con tener un asiento en su mesa y compartir las maravillosas comidas que disfrutaba preparar para todos. Los gratos recuerdos, como pasar tiempo con la familia y los amigos, cantar, bailar, comer y conversaciones significativas, capturan la esencia misma de quién era Julio y nunca se olvidarán.
Aunque soportó una larga enfermedad, Dios vio que era hora de que descansara después de un trabajo bien hecho. Julio vivió una vida plena y con propósito sin remordimientos. Se dice que cuando alguien a quien amas se convierte en un recuerdo, el recuerdo se convierte en un tesoro. Julio era el tesoro y el latido de su familia, y siempre quedará grabado en nuestras mentes y corazones.
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v.1.8.17