Ana Cecilia Pabst Uricoechea lived a full and rich life in the company of family and friends who loved her. A Colombian native, she was born 94 years ago at a time when a woman was expected to be a devoted and ordinary housewife in the same town that one was born. Through a mixture of fate, work, and luck, Ana Cecilia’s life was anything but ordinary. Her devotion to her extended family was her guiding focus.
Ambitious from the beginning, Ana Cecilia channeled a tireless work ethic and beauty to get ahead. She and her two sisters, Blanca and Leonor, were fiercely loyal to each other and matriarchs to the extended family. She got married and had one devoted and loving son, Humberto, before the age of 18. Pressed to financially help her family, she worked from a young age, first in Colombia. But ambition for more beckoned, and she lived and worked in Venezuela and Puerto Rico before moving to New York City in the early 1960s. Arriving in New York, she spoke no English, had no job, and knew exactly one person. Within a week, she had a job and was already growing her network. Ana Cecilia eventually became a manicurist and, again going against typical convention, focused her career on men’s manicures. The reasoning? She considered herself beautiful, so the tips were going to be higher coming form men.
Ana Cecilia balanced her personal successes and challenges with her love and care for her family. She literally opened the door to many of her immediate extended family moving to the United States. Ana Cecilia eventually moved to Miami, where she met and married her current loving husband, Don Pabst in 1982. The couple became the family’s first American business owners when they opened Surfside Barbershop on Miami Beach in 1984, turning her manicurist career into a 13 year professional venture that started well after the age of 50.
Ana Cecilia’s passions made her a remarkably vibrant person: A faithful Catholic. A lifelong conversationalist. A wonderful dancer. A classical music lover. A travel addict. A cooking fanatic. A loving grandmother to Omar. She managed to turn life’s adversities into positive opportunities that she continuously marketed to her loved ones as potential templates for success.
Ana Cecilia’s Eternal Life has begun – no doubt taking two steps forward at a time.
A memorial service for Ana will be held Saturday, March 25, 2023 from 1:00 pm to 4:00 pm at Caballero Rivero - Little Havana, 3344 SS 8th Street, Miami, FL 33135.
Ana Cecilia Pabst Uricoechea vivió una vida plena y abundante en compañía de la familia y amigos que más la querían. Nativa de Colombia, nació hace 94 años en una época en la que se esperaba que la mujer debía ser una ama de casa entregada y por lo general, establecerse el mismo pueblo donde hubiese nacido . Por medio de una mezcla del destino, oportunidades laborales y suerte, la vida de Ana Cecilia fue cualquier cosa menos ordinaria. Su devoción a su familia extendida fue su enfoque principal.
Ambiciosa desde el comienzo , Ana Cecilia canalizó su incansable ética laboral y belleza con el fin de salir adelante. Ella y sus dos hermanas, Blanca y Leonor, fueron ferozmente leales entre ellas y matriarcas dentro de la familia. Se casó y tuvo a su hijo antes de los 18 años, al cual se dedicó con total devoción y amor, Humberto. Presionada por la necesidad de ayudar económicamente a su familia, trabajó desde muy joven, primero en Colombia. Pero la ambición la llevo mas allá , vivió y trabajó en Venezuela y Puerto Rico antes de mudarse a la ciudad de Nueva York a principios de la década de los 60. Al llegar a Nueva York, no hablaba inglés, no tenía trabajo y conocía exactamente a una persona. Al cabo de una semana, ya tenia trabajo y estaba ampliando su red. Ana Cecilia eventualmente se convirtió en manicurista y, nuevamente yendo en contra de los estereotipos típicos, centró su carrera en la manicura masculina. El razonamiento? Se consideraba hermosa, por lo que las propinas serían mejores proviniendo de los hombres.
Ana Cecilia logró equilibrar tanto sus éxitos, como desafíos personales con amor y cuidado por su familia. Literalmente abrió la puerta a muchos de sus parientes inmediatos que se mudaron a los Estados Unidos. Ana Cecilia finalmente se mudó a Miami, donde conoció y se casó con su amado esposo actual, Don Pabst, en 1982. La pareja se convirtió en los primeros propietaria de un negocio estadounidense dentro familia, cuando abrieron Surfside Barbershop en Miami Beach en 1984, extendiendo así su carrera de manicurista, en una aventura laboral de 13 años, que comenzó mucho antes y después de cumplir 50 años.
Las pasiones de Ana Cecilia la convirtieron en una persona notablemente vibrante: una católica fiel, Conversador de toda la vida, Una maravillosa bailarina, una amante de la música clásica, una adicta a los viajes, una fanático de la cocina y también una abuela amorosa para Omar. Se las ingenió para convertir las adversidades de la vida, en oportunidades positivas que promocionaba continuamente a sus seres queridos, como modelos potenciales para el éxito.
La Vida Eterna de Ana Cecilia ha comenzado, sin duda dando dos pasos a la vez.
El sábado 25 de marzo de 2023, de 1:00 p. m. a 4:00 p. m., se llevará a cabo un servicio conmemorativo para Ana en Caballero Rivero - Little Havana, 3344 SS 8th Street, Miami, FL 33135.
FAMILY
Donald Leo PabstHusband
Humberto LuqueSon
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v.1.8.17