Dios, vio que ella estava cansada una curación no debia ser, asi que él puso sus brazos alrededor de ella, y susurrando dijo "Ven A Mi". Con los ojos llorosos la miramos sufrir, y la vimos partir, aunque la amamos, no la pudimos detener. Un corazón de oro paró de latir, y sus manos trabajadoras descansan. Dios rompió nuestros corazones para provarnos que, él solo se lleva lo mejor.