Tu cuerpo en la tumba, tu alma en el cielo, velad por los que dejaste sufriendo en la tierra.
Tus alas se desplegaron con el último rayo de la tarde, y en cálida crecida te confundiste con las nubes del cielo.
Esta tumba guarda tu cuerpo, Dios tu alma, y nosotros tu recuerdo.
No es la tumba la esperanza inerte, donde hallar pudiera el corazón la calma, es el cielo sin dolor ni muerte, donde vive en dicha con Jesús el alma.
Si las lágrimas pudieran construir una escalera, y los recuerdos un carril, caminaríamos hasta el cielo para traerte aquí de nuevo.
Se acabó tu recorrido por este mundo y nos has dejado desolados y llenos de dolor, con el consuelo de que empiezas una nueva vida, al lado del Señor.
Nos queda tu sonrisa dormida en nuestro recuerdo, y el corazón nos dice que no te olvidarémos; pero al quedarnos solos sabiendo que te perdemos, tal vez empezáremos a amarte como jamás te amamos.
Bendecirémos el haber formado parte de tu vida, serás nuestro faro en medio de la noche.- ¡Te extrañarémos papá!
Arrangements under the direction of Palm Downtown Mortuary, Las Vegas, NV.
SHARE OBITUARY
v.1.8.18