Ana Maria Ceja, beloved mother, grandmother, sister, and friend, passed away on May 7, 2024, in Los Angeles, California. She was born on February 27, 1956, in Tijuana, Mexico, to Miguel Ceja and Guadalupe Martinez. Ana was raised in Col. Libertad, Tijuana, Mexico, and later moved to Compton, California, at the age of 5, where she eventually became a US citizen in 1981.
Ana Maria Ceja dedicated 39 years of her life to working at Hyland’s Inc. before retiring in 2022. Her hard work and dedication left a lasting impact on all those she worked with.
Ana was preceded in death by her daughter, Imelda De La Cruz, Son in law Aurelio Tellez, her sister Estella Ceja, her father, Miguel Ceja, and her mother, Guadalupe Martinez. Despite the deep sorrow of losing these loved ones, Ana is survived by her children, Carlos Razo, Ana Tellez, Jose De La Cruz, and Esmeralda De La Cruz. Her memory will be cherished by her numerous grandchildren, Adrian, Steven, Haley, Valerie, Mia, Anthony, Juliet, Imelda, Yovani, Evan, Miguel, Armando, and Damian. Additionally, Ana is survived by her brothers, Miguel Ceja and Frank Ceja, as well as countless nieces and nephews who held a special place in her heart.
Ana Maria Ceja was a woman of many passions and interests. She loved spending time with her family, especially her grandchildren, whom she adored beyond measure. Ana found joy in listening to music, dancing, enjoying good food, taking leisurely walks, indulging in shopping, and savoring her favorite Starbucks drinks.
Those who knew Ana remember her as a force of nature. Despite her small stature, she possessed boundless energy and a vibrant spirit that lit up any room she entered. Ana was known for being the life of the party, captivating everyone with her big heart and even bigger voice.
Ana Maria Ceja's presence will be deeply missed by all who had the privilege of knowing her. Her legacy of love, laughter, and unwavering strength will forever live on in the hearts of those she leaves behind. May she rest in peace, surrounded by the warmth of the memories she created and the love she shared with those around her.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ana María Ceja, querida madre, abuela, hermana y amiga, falleció el 7 de mayo de 2024 en Los Ángeles, California. Nació el 27 de febrero de 1956 en Tijuana, México, hija de Miguel Ceja y Guadalupe Martínez. Ana se crió en Col. Libertad, Tijuana, México, y luego se mudó a Compton, California, a la edad de 5 años, donde finalmente se convirtió en ciudadana estadounidense en 1981. Ana María Ceja dedicó 39 años de su vida a trabajar en Hyland's Inc. antes de jubilarse en 2022. Su arduo trabajo y dedicación dejaron un impacto duradero en todos aquellos con quienes trabajó. A Ana le precedieron en la muerte su hija, Imelda De La Cruz, su yerno Aurelio Tellez, su hermana Estella Ceja, su padre, Miguel Ceja, y su madre, Guadalupe Martínez. A pesar del profundo dolor de perder a estos seres queridos, an Ana le sobreviven sus hijos, Carlos Razo, Ana Tellez, José De La Cruz y Esmeralda De La Cruz. Su memoria será atesorada por sus numerosos nietos, Adrian, Steven, Haley, Valerie, Mia, Anthony, Juliet, Imelda, Yovani, Evan, Miguel, Armando y Damian. Además, a Ana le sobreviven sus hermanos, Miguel Ceja y Frank Ceja, así como innumerables sobrinas y sobrinos que ocupaban un lugar especial en su corazón. Ana María Ceja fue una mujer de muchas pasiones e intereses. Le encantaba pasar tiempo con su familia, especialmente con sus nietos, a quienes adoraba sin medida. Ana encontraba alegría escuchando música, bailando, disfrutando de buena comida, dando caminatas tranquilas, comprando y saboreando sus bebidas favoritas de Starbucks. Quienes conocieron a Ana la recuerdan como una fuerza de la naturaleza. A pesar de su pequeña estatura, poseía una energía ilimitada y un espíritu vibrante que iluminaba cualquier habitación en la que entraba. Ana era conocida por ser el alma de la fiesta, cautivando a todos con su gran corazón y su voz aún más grande. La presencia de Ana María Ceja será profundamente extrañada por todos los que tuvieron el privilegio de conocerla. Su legado de amor, risas y fuerza inquebrantable vivirá para siempre en los corazones de aquellos a quienes deja atrás. Que descanse en paz, rodeada de la calidez de los recuerdos que creó y del amor que compartió con quienes la rodeaban.
SHARE OBITUARYSHARE
v.1.11.5