Jose was a jack of all trades. He grew up as a farmer in his native country of Chile, worked in mines, construction, became a skilled welder, and was a machine technician at a chocolate factory before retiring. He built two concrete brick homes for his family in Chile, from digging the foundations, layering the bricks and stucco, adding the roof and every detail in between. These were the homes where he raised his children and for his family to enjoy when visiting the countryside. Both homes have come out unscathed from at least two major earthquakes. After retiring, he made copper crafts, grew and harvested vegetables and fruit trees in his yard and when too cold outside enjoyed sewing and doing clothing alterations. He also enjoyed helping out neighbors with their yardwork. He always used to say he had lot of things to do, and never considered his age as a reason to slow him down. Paradoxically, whenever saying bye to someone in English, he would often say, “OK, take it easy.” Jose had so many stories and those in Spanish oftentimes started with “el gallo de por allá arriba.” He coined the hilarious phrase “come mierda con ganas” when demanding that his children, nieces and nephews eat the meal he had prepared from all the leftover perishables in Caleu. More recently he would enthusiastically share that he had prepared one of his favorite dishes “ensalada de 22 elementos.”
Most of his life, Jose had a cat, dog or both at the same time. He connected with cats because he found them to be healers and intuitive for helping him fix something. Rosy, his beloved treeing walker coonhound who preceded him in death by a few months, was his strong-willed, and sweet loyal companion who trained him to be accommodating to her.
Jose was born on the family farm in Caleu, Chile to Aurelia and Guillermo and was the fourth among nine children that survived into adulthood. As a child, his family moved between relatives’ farms in Caleu, depending on what was available to harvest. He attended school when feasible where he learned to read and write. He had fond childhood memories of riding a horse into town with his sister to sell pastries that their mom had prepared.
After completing the military service and the passing of his mother, Jose saw his life elsewhere and walked into the U.S. and German embassies in Chile to request residency. The U.S. embassy granted him residency first, so he moved to New York City. In New York, he enrolled in night school to learn English and some trades. He met life-long friends at night school including those who became godparents to his children. As he acculturated to life in the big apple, he remembered a girl named Maria that lived next door to his grandmother’s house and was classmates with his sister. They corresponded love letters and he returned briefly to Chile to marry her. They were married for 50 years until her death in 2017. During their marriage, they lived in New York City and Santiago-Chile. After his wife passed away, Jose moved to Maryland. Jose and Maria are survived by their three children, Glenn, Paul and Maria. Jose is also survived by his grandchildren, great grandchildren, two sisters and two brothers, and several nieces and nephews and their families.
José era un maestro que le hacía de todo. Creció como agricultor en su país natal, Chile, trabajó en minas y en la construcción, se convirtió en un hábil soldador y fue técnico de maquinaria en una fábrica de chocolate antes de jubilarse. Construyó dos casas de ladrillos de hormigón para su familia en Chile, desde la excavación de los cimientos, la colocación de los ladrillos y el estuco, la adición del techo y todos los detalles intermedios. Estas fueron las casas en las que crio a sus hijos y para que su familia disfrutara cuando visitaba el campo. Ambas casas han salido ilesas de al menos dos grandes terremotos. Después de jubilarse, hizo artesanías de cobre, cultivó y cosechó verduras y árboles frutales en su jardín y, cuando hacía demasiado frío afuera, disfrutaba cosiendo y haciendo arreglos de ropa. También disfrutaba ayudando a los vecinos con sus tareas de jardinería. Siempre solía decir que tenía muchas cosas que hacer y nunca consideró su edad como una razón para bajar el ritmo. Paradójicamente, cuando se despedía de alguien en inglés, solía decir: "Ya, anda con calma". José tenía muchas historias y las que contaba en español muchas veces empezaban con “el gallo de por allá arriba”. Acuñó la frase hilarante “come mierda con ganas” cuando le exigió que sus hijos, sobrinos y sobrinas que se comieran la comida que había preparado con todos los alimentos perecederos que habían sobrado en Caleu. Más recientemente, compartía con entusiasmo que había preparado uno de sus platos favoritos: “ensalada de 22 elementos”.
Durante la mayor parte de su vida, José tuvo un gato, un perro o ambos al mismo tiempo. Conectaba con los gatos porque los consideraba sanadores y tenían la capacidad intuitiva de ayudarlo a arreglar algo. Rosy, su querida perrita coonhound que murió unos meses atrás, era su dulce y leal compañera que lo entrenó a él para que fuera complaciente con ella.
José nació en la granja familiar en Caleu, Chile, hijo de Aurelia y Guillermo, y fue el cuarto de nueve hijos que sobrevivieron hasta la edad adulta. De niño, su familia se mudaba entre las granjas de sus parientes en Caleu, dependiendo de lo que hubiera disponible para cosechar. Asistía a la escuela cuando era posible, donde aprendió a leer y escribir. Tenía buenos recuerdos de la infancia de ir a caballo al pueblo con su hermana para vender pasteles que su madre había preparado.
Después de completar el servicio militar y el fallecimiento de su madre, José vio su vida en otro lugar y se dirigió a las embajadas de Estados Unidos y Alemania en Chile para solicitar residencia. La embajada de Estados Unidos le otorgó la residencia primero, por lo que se mudó a la ciudad de Nueva York. En Nueva York, se inscribió en una escuela nocturna para aprender inglés y algunos oficios. Conoció amigos de toda la vida en la escuela nocturna, incluidos aquellos que se convirtieron en padrinos de sus hijos. Mientras se aculturaba a la vida en la gran manzana, recordó a una niña llamada María que vivía al lado de la casa de su abuela y era compañera de clase de su hermana. Se escribieron cartas de amor y regresó brevemente a Chile para casarse con ella. Estuvieron casados por 50 años hasta su muerte in 2017. Durante su matrimonio, vivieron en la ciudad de Nueva York y Santiago de Chile. Después de que su esposa falleció, José se mudó a Maryland. A José y María les sobreviven sus tres hijos, Glenn, Paul y María. A José también le sobreviven sus nietos, bisnietos, dos hermanas y dos hermanos, y varios sobrinos y sobrinas y sus familias.
A funeral service for Jose will be held Wednesday, December 18, 2024 from 2:30 PM to 3:30 PM at Witzke Funeral Homes Inc., 5555 Twin Knolls Road, Columbia, MD 21045, followed by a visitation from 3:30 PM to 7:00 PM.
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