Alfredo nació en Casas Altas, Jalisco, México en 1955 y en 1973 emigró a Chicago donde echó raíces.
Le sobrevive su esposa de 43 años, Teodomira, sus hijas y yernos Maribel y José Quintana, Shirley y Sergio Huesca, y Nelly y Daniel Rodríguez, y fue el amoroso abuelo de Adrián, Aiden y Arielle Rodríguez, Isaac y Abigail Huesca y Damian Quintana.
Fue un hijo cariñoso del fallecido Leopoldo Núñez García, y María de la Paz Camarena Quintero y hermano de la fallecida Leocadia, fallecido Cecilio, Francisco, Quintina, Enrique, Martha, Ma. de Jesús y María Santos.
Alfredo fue muchas cosas para muchas personas, el patriarcha de la familia. Su fuerte pero cariñoso caracter tendio la mano a muchos personas cuyas vidas impacto. Deja un fuerte legado de amor por su familia a quien dedico su vida a mantener y cuidar.
Disfrutaba caminar por los cerros de Mexico y por la naturaleza, amaba la musica y aprender de novedades de la NASA y el espacio. Le encantaba la arena blanca y el mar azul de Riviera Maya, y se sumergía y meditaba en la palabra de Dios.
Ahora se regocija en el cielo. Nuestros corazones esperan el día en que nos volvamos a encontrar en la presencia de nuestro Señor y Salvador.
Alfredo Nuñez, 66, passed away unexpectedly on December 5, 2021 in Villa Purificacion, Jalisco, Mexico.
Alfredo was born in Casas Altas, Jalisco, Mexico in 1955 and in 1973 migrated to Chicago where he set roots.
He is survived by his wife of 43 years, Teodomira, his daughters and sons-in-law Maribel & Jose Quintana, Shirley and Sergio Huesca, and Nelly and Daniel Rodriguez, and was the loving Grandpa of Adrian, Aiden and Arielle Rodriguez, Isaac and Abigail Huesca, and Damian Quintana.
He was a loving son to the late Leopoldo Nuñez Garcia, and María de la Paz Camarena Quintero and brother to the late Leocadia, late Cecilio, Francisco, Quintina, Enrique, Martha, Ma. de Jesús and María Santos.
Alfredo was many things to many people, the patriarch of the family. His stern, yet loving nature was a helping hand to many whose lives he impacted. He leaves behind a strong legacy of love for his family whom he dedicated his life to provide and care for.
He enjoyed long walks through Mexico’s mountain sides, he loved music, learning about the latest NASA missions and space, taking in the beauty of Riviera Maya’s white sand and blue beaches, and diving deep into the word of God.
He is now rejoicing in heaven. Our hearts look forward to the day we meet again in the presence of our Lord and Savior.
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v.1.8.18