Jesús partió de este mundo el 29 de mayo de 2023, dejando un legado de amor y dedicación que será eternamente valorado por su familia y amigos.
Nacido el 22 de mayo de 1937 en Betania, Jalisco, México, creció en una comunidad unida, donde aprendió los valores de la compasión, la resiliencia y la importancia de la familia. Jesús llevó estos principios consigo a lo largo de su vida, convirtiéndose en un faro de fortaleza y apoyo para sus seres queridos.
Jesús emprendió un viaje lleno de ambición, buscando mejores oportunidades para proveer a su creciente familia. Se trasladó a los Estados Unidos y estableció su hogar en Baytown, Texas, donde trabajó incansablemente para construir un futuro seguro para su amada esposa, Enriqueta Lucatero, y sus cinco hijos. Su compromiso y dedicación inquebrantable hacia su familia fueron verdaderamente notables y serán recordados para siempre.
A lo largo de su vida , Jesús también pasó varios años trabajando en California. Aceptó los desafíos que se le presentaron, demostrando su determinación y ética laboral. Se enorgullecía de sus contribuciones a las comunidades a las que servía y estableció conexiones duraderas con quienes lo rodeaban.
La verdadera pasión de Jesús Lucatero en la vida fue su familia. Fue un esposo dedicado a Enriqueta, su compañera y confidente. Su amor fue un testimonio del poder de la unidad y el apoyo inquebrantable. Juntos, crearon un hogar amoroso y transmitieron valores importantes a sus hijos. Jesús fue un padre cariñoso y protector para sus cinco hijos, cuyas vidas se enriquecieron con su sabiduría, orientación y amor incondicional.
Más allá de su compromiso con su familia, Jesús era conocido por su cálida sonrisa, corazón bondadoso y generosidad. Tocó las vidas de muchos con su generosidad y disposición para brindar una mano amiga. Jesús será recordado por su fe inquebrantable, ya que su espiritualidad fue una fuente de fortaleza y consuelo a lo largo de su vida.
En los corazones de quienes lo amaban, Jesús Lucatero seguirá siendo un ejemplo brillante de amor, resiliencia y determinación. Le sobreviven su amada esposa, Enriqueta Lucatero, y cinco hijos y un amplio círculo de familiares y amigos cercanos. Que su alma encuentre paz eterna y que su memoria continúe inspirando a todos los afortunados que tuvieron el placer de conocerlo.
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v.1.8.17