Our Mother, Aurora Campuzano Reyes was among the finest people to have graced this earth. Her love of life and for her family would change the trajectory of entire generations. She was born into a humble family in an agrarian town known as El Ranchito, Balleza, Chihuahua, as the eldest daughter in a family of nine. Before she could even remember, Mom was struck by rheumatic fever that was left untreated. This would alter the course of her life, and she would ultimately endure three open heart surgeries and countless other procedures. Still, our Mom never let her pain define her even when others did, and lived everyday with humor and grace.
Above all, Aurora was a proud mother to Alejandra and to Alfredo (and later, an adoring Grandmother to Samantha - there was no brighter star in her eyes than her Grandbaby). Despite not having the opportunity to study past the 5th grade, Aurora taught them the value of an education and hard work. As a mom, Aurora loved nothing more than to bring her kitchen to life making chile rojo, buñuelos, enchiladas rojas, and her speciality - tamales de puerco. Her cooking was legendary in the neighborhood and among our family. If she could have made the casinos a second home she would have. Aurora loved walking through Blackhawk - playing two machines at a time, rubbing them for good fortune, and ending at the buffet.
Our Mom was a selfless and devoted Daughter and Sister. Her loyalty to her family knew no bounds. She often put the needs of her parents above her own; while her blood, sweat and tears made men out of her brothers. She was tougher than all of them combined, as they often say themselves. Aurora was also a thoughtful and caring Auntie who took the time to crochet a blanket for each of her nephews and nieces before they were born. Somehow she could remember everyone's birthdays and other significant dates, but not always the dosage of her medicine.
Aurora was a woman of deep faith. After each surgical intervention to mend her heart, her belief in a higher power continued to move mountains gracefully. In her most challenging and painful moments, Mom comforted others who could not handle her suffering. If that was not the sign that you were in the presence of an angel with a golden heart, then what was?
Mom was a loving and committed wife. She made a pledge before God to love and care for her husband, our Father - Juventino Reyes Soto - in sickness and in health. Only death would temporarily separate them one year and 18 days prior. Now together, they rest in God's eternal Glory and Peace.
¿Quién fue nuestra Querida Aurora Campuzano Reyes?
Nuestra Madre, Aurora Campuzano Reyes fue una de las mejores personas que han agraciado esta tierra. Su amor por la vida y por su familia cambiaría la trayectoria de generaciones enteras. Nació en una familia humilde en un pueblo agricultor conocido como El Ranchito, Balleza, Chihuahua, como la hija mayor de una familia de nueve. Antes de que pudiera recordar, a mamá le sobrevino una fiebre reumática que no se trató. Esto alteraría el curso de su vida y, en última instancia, soportaría tres cirugías de corazón abierto e innumerables otros procedimientos. Aún así, nuestra mamá nunca dejó que su dolor la definiera, incluso cuando otros lo hicieron. Ella vivió todos los días con humor y gracia.
Sobre todo, Aurora fue una madre orgullosa para su hija Alejandra y para su hijo Alfredo (y más tarde, una abuelita adorada para Samantha; no había una estrella más brillante en sus ojos que su nieta querida). A pesar de no tener la oportunidad de estudiar más allá del quinto grado, mamá nos enseñó el valor de la educación y el trabajo duro. Como nuestra mamá, amaba nada más que darle vida a su cocina haciendo chile rojo con carne, buñuelos, enchiladas rojas y su especialidad: tamales de puerco con chile rojo. Su cocina era legendaria en la comunidad y entre la familia. Si hubiera podido hacer de los casinos un segundo hogar, lo habría hecho. Le encantaba caminar por Blackhawk/Central City o “Arriba” como ella le llamaba: jugar con dos máquinas a la vez, sobarlas para la buena suerte y terminar en el buffet.
Nuestra Mamá era una Hija y Hermana virtuosa y devota. Su lealtad a su familia no conocía límites. A siempre ponía las necesidades de sus padres por encima de las suyas; mientras que su sangre, sudor y lágrimas hicieron hombres de sus hermanos. Era más valiente que todos ellos juntos, como suelen decir ellos mismos. Mamá también era una tía pensativa y cariñosa que se tomaba el tiempo de tejer una cobija para cada uno de sus sobrinos y sobrinas antes de que nacieran. De alguna manera podía recordar los cumpleaños de todos y otras fechas importantes, pero no siempre la dosis de su medicamento.
Aurora fue una mujer de profunda fe. Después de cada intervención quirúrgica para reparar su corazón, su fe en un poder superior continuó moviendo montañas con gracia. En sus momentos más difíciles y dolorosos, Mamá consoló a otras personas que no podían soportar su sufrimiento. Si esa no era la señal de que estabas en presencia de un ángel con un corazón de oro, ¿entonces qué era?
Mamá era una esposa cariñosa y comprometida. Hizo una promesa ante Dios de amar y cuidar a su esposo, nuestro Padre - Juventino Reyes Soto - en la salud y enfermedad. Solo la muerte los separaría temporalmente un año y 18 días antes. Ahora, juntos, descansan en la Gloria y la Paz eternas de Dios.
Siempre en nuestro corazón
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v.1.8.18