Maria de jesus, su nombre lleva la escencia de quien ella fue. Sus intereses nunca fueron por ella misma, todo lo contrario, fue una mujer que siempre se preocupo por su projimo haciendo todo lo posible por ayudar y dar lo mejor que ella pudiera sin esperar nada de regreso. para ella el dar era mas importante que recibir, cosa que su Maestro ensenaba, Jesus Cristo. toda su vida fue dedicada a quien la necesitara, nunca abandonando las necesidades de sus hijos o esposo, al igual que la mujer virtuosa del capitulo 31 de la biblia. Sus alagos siempre fueron para otros, sus aplausos igualmente, ella nunca se exaltaba a ella misma, su humildad nunca daba cabida a cosas tan mundanas. no le importaba el impresionar a otros, eso lo hacia sin querer, cosa que le venia natural. destendia su mano a quien lo necesitara, lo mas impresionante que aun a aquellos que tan mal la trataron, su corazon ofrecia amor incondicional y duradero. ella nunca trataba a jente perdida o desviada del camino recto con indiferecia o desprecio, todo lo contrario, sabia que su Maestro vino a tales como esos y ella como el, los procuraba para sanar sus heridas ya fuera con palabras, comida, vestimenta, o simple y sencillamente dar su tiempo y prestar su oido con amor, y atencion genuina. Sabia que Jesus vino a los enfermos y necesitadados no a aquellos que en sus propios ojos eran rectos y justos. A quien llego a conocer a Maria De Jesus Molina saben que lo escrito es verdad y sin duda alguna a dejado sus corazones impactados con su amor, sonrisa, y tan amigable espiritu. fue la perfecta madre, tia, abuela esposa, amiga y una gran sierva de Dios, cumplio con todos sus deberes aqui en la tierra de acuerdo a la perfecta voluntad de Dios, y ahora como toda una hija obediente descansa en la presencia y brazos de se Senor.
Sobrevivida por su gran esposo Inocente Valenzuela Molina, e hijos: Inocente, Rosario, Diana, Cesar y Celina Molina. Nietos 14 y bisnietos 12.
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v.1.9.5