Jose Maria Castellon Ayon

Con profunda tristeza, anunciamos el fallecimiento de nuestro amado padre, José María Castellón Ayón, quien partió a la Casa del Señor, el pasado 7 de enero de 2024. Será recordado por su compromiso de servicio a los demás, su destreza intelectual, y personalidad carismática con un sentido del humor encantador que dejó a todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo con un cariño eterno hacia su memoria.

Será recordado por su inquebrantable compromiso de ayudar a los demás, su carismática personalidad, habilidades excepcionales en la declamación, destreza intelectual y un encantador sentido del humor que lo hizo querido por todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo. Ya sea sus espontáneos bailes o el improvisado cantar cuando un mariachi estaba presente, deja entrañables recuerdos en nuestras vidas.

José María Castellón Ayón, nacido en Managua, Nicaragua el 6 de enero de 1950, hijo de Lucrecia Ayón Borge y Efrain Castellón Estrada, enfrentó adversidades a una temprana edad pero las superó durante su vida y sobresalió en todo lo que se propuso. Inculcó en sus hijos un sentido de ayudar a los menos afortunados y tenía un gran amor por el aprendizaje.

José María Castellón Ayón tenía el don de la declamación, cautivando a las audiencias con sus discursos y narraciones. Su personalidad carismática y su contagioso sentido del humor lo convirtieron en un orador muy solicitado, conectando con las personas a nivel personal. Tenía un sentido del humor contagioso que podía alegrar incluso los días más oscuros y hacer amigos con facilidad, dada su capacidad para conectarse con las personas, haciéndolas sentir valoradas y escuchadas.

La dedicación de José María a ayudar a los demás y intolerancia a la injusticia social definió su vida. Disfrutaba abogando en mítines políticos , apoyando a amigos y familiares en momentos de necesidad. Le sobreviven hijos y nietos amorosos que continúan su legado. La vida de José María Castellón Ayón fue un testimonio de bondad, intelecto y risa, tocando innumerables vidas.

Que descanse en paz eterna, sabiendo que dejó una profunda huella en innumerables individuos y en nuestras vidas.