que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino,
hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.
El pan nuestro de cada día
dánoslo hoy
y perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en la tentación,
más líbranos del mal.
v.1.9.5