Ruben Hernandez Jimenez

Rubén Hernández Jiménez

15 de Febrero de 1920 - 28 de Marzo de 2018

Rubén Hernández Jiménez, nació en 15 de Febrero de 1920, en San Vicente, Municipio de Guerrero, Coahuila al norte de México, poco después de que terminará la revolución mexicana, y creció allá mismo en San Vicente y San José. Sus padres son Antonio Hernández Delgado y María de Jesús Jiménez de Hernández, y su infancia la vivió durante la depresión de los años 1930 junto con sus hermanos.

Se queda huérfano a los 9 años de edad cuando su madre fallece a causa de la “fiebre” y queda bajo la tutela y cuidados de su Tía Antonia Hernández. Estudió la primaria en San José y ayudaba en los trabajos y quehaceres propios de su edad; y según fue creciendo se dedicó a las labores del campo.

En 1941, a la edad de 21 años, contrajo matrimonio con la Sra. Guadalupe Domínguez Pérez ᶧquién sería su compañera hasta que la muerte los separó en 1998, después de 57 años,

Don Rubén y su esposa establecieron su hogar en San José donde formaron una familia y llevaron una vida tranquila. Se dedicaba a cortar leña y la arreglaba en hondas para vender en la cuidad de Piedras Negras y así ganarse el sustento para su familia. El guayín era el transporte acostumbrado en aquel entonces con equinos y bestias mulares. Cabe mencionar que Don Rubén, es en efecto, el último de los arrieros de guayín de la comarca.

Al cabo del tiempo, se les presenta la oportunidad durante el programa Bracero, y uno los rancheros para quién trabajaba Don Rubén lo peticionan y obtiene su visa de trabajador migrante.

En octubre de 1970 cruza al sur de Tejas por el puente internacional de Piedras Negras. Uno de sus primeros oficios en los Estados Unidos fue como tractorista.

Y siempre buscando un mejor porvenir para su familia, Don Rubén y su familia se convierten en familia de trabajadores del campo migrantes, viviendo en varias ciudades como El Quemado, El Indio, Crystal City. Al cabo de muchas temporadas y diversos trabajos en los campos finalmente se quedan a radicar en el área de Dallas. Después de desempañarse por más de 40 años en diversos oficios relacionados a la agricultura, decide jubilarse y pasar más tiempo con la familia.

Don Rubén tenía una conversación amena y gustaba de contar reseñas de aquellos tiempos de su niñez y de su juventud; de los trabajos de la labor, los caballos y animales del rancho y la vida en el campo al igual que de las costumbres de la época. Uno de sus pasatiempos favoritos era el tocar música de viento, es decir con la harmónica y darle serenata a su esposa, aún y cuando a ella a veces no le complacía la selección musical.

Otra de sus pasiones fue el participar en las carreras de caballos organizadas entre las rancherías; pero todos sus hijos y nietos saben que su verdadera afición era el boxeo. ¡Dios libre la hora en que se acabara la pila del radio, o no hubiese señal y no pudiera escuchar la pelea de box en la radio – entonces sí que le salía lo Hernández o era lo Jiménez? ¡Cuenta que todos salían corriendo!

Se puede decir de Don Rubén era una persona simpática, alegre y de buen corazón, siempre dispuesto a ayudar al más necesitado de alguna manera, aunque en realidad los tiempos eran difíciles para todos. Siempre fue un hombre acostumbrado al trabajo, dedicado a su familia, ejemplo de honradez y un amigo sincero. Aun estando jubilado, Don Rubén tenía la necesidad de mantenerse ocupado y sentirse útil así que no importaba que fuera, él estaba siempre listo para hacer algo.

Antecesores

Le esperan en el Reino de Dios: -

• Padres: Antonio Hernández Delgado (08/18/1879-11/10/1940) y María de Jesús Jiménez (08/08/1880-09/30/1929)

• Esposa: Guadalupe Domínguez Pérez (12/10/1926-06/12/1998)

• Hermanos: Don Rubén es el último de los hermanos Hernández Jiménez en fallecer a la edad de 98 años. Han partido antes que él sus hermanas Ercilia y Elvira, y hermanos Fidel, Francisco “Pancho”, Valeriano y Guadalupe.

• Nietos: Francisco Javier Espinoza Hernández, Hipólito Morales Hernández, MaryAnn Gonzales Hernández, Joe García Hernández, Sarai Escamilla-Alfaro, y Luis Flores. (q.e.p.d.)

Le Sobreviven

Le sobreviven sus 12 hijos: María de Jesús, Rosa, Guadalupe, Juan, Saúl, Antonia, Rubén, Ercilia, Aidé, Edith, Oscar e Irma; y sus respectivas parejas, 52 nietos; 100 bisnietos; y 26 tataranietos; y numerosos sobrinos.

Programa de Servicios Funerarios

La Familia Hernández les comunica que los servicios funerarios se llevarán a cabo en la Funeraria González, localizada en el 3050 N Stemmons Fwy, Dallas, TX 75247, Tel.: (214) 630-5341.

Los detalles de los servicios funerarios son:

Lunes, 2 de Abril de 4:00 p.m. a 8:00 p.m. Velación

Martes, 3 de Abril de 1:00 p.m. a 6:00 p.m. Velación

Martes, 3 de Abril, iniciando a las 6:15 p.m., nos uniremos en oración rezando el Sagrado Rosario, guiados por del Diácono Daniel Segovia de nuestra Iglesia Católica de St. Luke’s en Irving, Texas para pedirle a Dios y a la Virgen por el eterno descanso de su alma.

Memorial

Como ustedes saben, Don Rubén fue diagnosticado con Alzheimer's y dejo de conducir su camioneta y al pasar de los años la enfermedad le cobró muchos de sus recuerdos. Aprovechamos para agradecer de corazón a su hijo, Juan Hernández y su esposa Lupe e hijos por haberle cuidado en el seno de su hogar hasta sus últimos días.

Si usted desea hacer un donativo a la memoria de Don Rubén, puede hacerse directamente a la asociación de Alzheimer's Association - Greater Dallas Chapter.

Para donar en línea: https://www.alz.org/greaterdallas/donate

Para donar por correo, enviar cheque a: Alzheimer's Association, P.O. Box 96011, Washington, D.C. 20090-6011

Para donar por teléfono, llamando al 800.272.3900.

Consideraciones

Respetando la última voluntad de Don Rubén, su cuerpo será transportado a México, donde su última morada será junto a su esposa y compañera de vida, la Sra. Guadalupe Domínguez Pérez en el panteón de San Vicente, Municipio de Guerrero, en Coahuila. (q.e.p.d.)

Se le recordará como el patriarca de la Familia Hernández y la piedra angular que nos mantiene unidos como familia. Orgullosamente gente de campo, sencilla, amorosa y muy trabajadora. Su legado sigue vivo a través a su descendencia.

Muchas gracias por acompañar a la Familia Hernández en esta celebración de vida del Sr. Rubén Hernández Jiménez, en paz descanse hasta que volvamos a encontrarnos.