Tengo tantas cosas qué ver y hacer.
No deben atarme a sus lágrimas.
Sean felices; tuvimos tantos años juntos
y yo les di mi amor.
Ustedes sólo podrán tratar de adivinar
cuánta felicidad me dieron.
Les doy las gracias por todo el amor
que cada uno de ustedes me dio.
Pero ahora es tiempo de que yo viaje solo.
Así es que, si se sienten tristes por mi,
háganlo por un rato nada más; después…
Que su tristeza se convierta en confianza y fe.
Es sólo por un momento que vamos a estar separados,
así que bendigan los recuerdos de su corazón.
Yo no estaré lejos, porque la vida continúa.
Y si me necesitan, llámenme y yo vendré…
Aunque no me podrán ver ni tocar, yo estaré cerca.
Y si oyen con su corazón, escucharán a su alrededor
muy suave y claramente mi amor.
Luego, cuando les toque venir por este mismo camino,
yo saldré a recibirlos con una sonrisa
y a darles la bienvenida a su casa.