Alicia Margarita was born in Quito, Ecuador on September 1, 1934. She died in New Jersey on September 1, 2021. She was the daughter of Aurelio Torres and Rosa Villegas; wife to Teofilo Galeas, and a beloved mother of eight children, eight grandchildren and two great grandchildren. Just like a perfect circle, her life started on September 1st and ended on September 1st.
Where to begin to recount our mother’s accomplishments in life -- She lived a life filled with many blessings and many friends. She was a kind-hearted woman, a leader, a woman with strong convictions. She was an advocate for the hard-working people who deserved to be treated with respect and paid fairly. She gave to the needy and to those forgotten by the system. After raising eight children, she entered the workforce at the Hotel International Quito. Quickly demonstrating her leadership skills, she was selected to represent the employees in the employee committee, where she was responsible for planning and organizing team building activities. Her caring for others and passion for fairness quickly landed her a seat in the employees’ union, where she worked with management to communicate employees’ needs, improve their working conditions and fight for fair pay.
Perhaps the biggest challenge of her life was the loss of her sight 29 years ago - but what might have defeated other people only made her stronger. She continued to live her life to the fullest, showing others that a handicap was not an impediment, even in the face of the toughest adversities. She joined an organization for the blind in Quito, where she taught fellow members how to sew, cook, iron, and build beautiful handicraft. She herself crochet colorful lap blankets which were donated to hospitals for terminally ill patients. Her tireless advocacy on behalf of the blind brought her to the attention of the Ecuadorian President, who personally presented her with a special award.
Alicia was an inspiration to everyone who was fortunate enough to know her and fall under her charm. No one could resist her sparkling personality and love for life. But while she was a fountain of inspiration to others, she was also a loving mother. She loved to cook and found great joy in bringing the family together for a day of feasting and for entertaining. Music was a great passion for her. She loved to dance, to dominate the dance floor with her exuberance and lively personality. She also loved to dress elegantly and never left her house without her red lipstick.
The most amazing thing about our mother was that she showed us that it was possible to live a full life, no matter what adversities one may face. She reminded us to love and respect one another. We may have our small differences, but we are, above all and always, family. Most importantly, she reminded us every day that we were all loved and we were all special in her eyes. She may not have been able to see us physically, but she could always see into our hearts.
If we were to sum up Alicia Margarita in a few words, they would be this: She was pure joy on earth. Her body has left us, but her beautiful memories will always remain in our hearts.
SPANISH VERSION:
Alicia Margarita nació en Quito, Ecuador el 1 de Septiembre de 1934. Falleció en New Jersey el 1 de Septiembre de 2021. Era hija de Aurelio Torres y Rosa Villegas; esposa de Teófilo Galeas, y amada madre de ocho hijos, ocho nietos y dos bisnietos. Al igual que un círculo perfecto, su vida comenzó el 1 de Septiembre y terminó el 1 de Septiembre.
Por dónde empezar a contar los logros que nuestra madre alcanzo en su vida - Vivió una vida llena de muchas bendiciones y amistades. Era una mujer de buen corazón, una líder, una mujer con fuertes convicciones. Ella era una defensora de las personas trabajadoras que merecían ser tratadas con respeto y pagadas de manera justa. Ella dio a los necesitados y a los olvidados por el sistema. Después que sus hijos crecieron, ingresó a la fuerza laboral en el Hotel International Quito. Demostrando rápidamente sus habilidades de liderazgo, fue seleccionada para representar a los empleados en el comité de empleados, donde fue responsable de planificar y organizar actividades de formación de equipos. Su amor al prójimo y su pasión por la justicia rápidamente le dieron un asiento en el sindicato de empleados, donde trabajó con la gerencia para comunicar las necesidades de los empleados, mejorar sus condiciones de trabajo y luchar por un salario justo.
Quizás el mayor desafío de su vida fue la pérdida de su vista hace 29 años, pero lo que podría haber derrotado a otras personas solo la hizo más fuerte. Continuó viviendo su vida al máximo, mostrando a los demás que una discapacidad no era un impedimento, incluso frente a las adversidades más duras. Se unió a una organización para ciegos en Quito, donde enseñó a otros miembros a coser, cocinar, planchar y construir hermosas artesanías. Ella misma hizo coloridas mantas de ganchillo que fueron donadas a hospitales para pacientes con enfermedades terminales. Su incansable defensa en favor de los ciegos llamo la atención del presidente ecuatoriano, quien personalmente le entregó un premio especial.
Alicia fue una inspiración para todos los que tuvieron la suerte de conocerla y caer bajo su encanto. Nadie pudo resistirse a su brillante personalidad y amor por la vida. Pero si bien era una fuente de inspiración para los demás, también era una madre amorosa. Le encantaba cocinar y encontró una gran alegría en reunir a la familia para un día de fiesta y para entretenerse. La música era una gran pasión para ella. Le encantaba bailar, dominar la pista de baile con su exuberancia y personalidad vivaz. También le encantaba vestir elegantemente y nunca salía de su casa sin su lápiz labial rojo.
Lo más sorprendente de nuestra madre fue que nos mostró que era posible vivir una vida plena, sin importar las adversidades que uno pueda enfrentar. Ella nos recordó que nos amáramos y nos respetemos unos a otros. Podemos tener nuestras pequeñas diferencias, pero somos, sobre todo y siempre, familia. Lo más importante es que nos recordaba todos los días que todos éramos amados y que todos éramos especiales a sus ojos. Puede que no haya podido vernos físicamente, pero siempre pudo ver en nuestros corazones.
Si tuviéramos que resumir Alicia Margarita en pocas palabras, serían estas: Ella era pura alegría en la tierra. Su cuerpo nos ha dejado, pero sus hermosos recuerdos siempre permanecerán en nuestros corazones.
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