Una noche soñé que hiba caminando por la playa junto con Dios. Muchas escenas de mi vida resplandecieron ante mí, sobre el horizonte. En cada escena noté que había huellas de pisadas sobre la arena. A veces habían dos conjuntos de huellas de pisadas, otras veces solo había un conjunto de pisadas.
Esto me molestó porque noté que durante las etapas más bajas de mi vida, cuando yo estaba sufriendo de angustia, pena o derrota, solo podía ver un conjunto de pisadas.
Así es que le dije a Dios, "Tú me prometiste, Señor, que si yo te seguía, siempre caminarías conmigo. Pero he notado que durante los períodos más penosos de mi vida solo ha habido un conjunto de pisadas en la arena. Por qué, cuando más te he necesitado, no has estado allí para apoyarme?"
El Señor me contestó, "Las veces que solo has visto un solo conjunto huellas de pisadas sobre la arena, son cuando yo te llevaba cargando."
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v.1.9.5