Teresa Cabrera Valdez

Teresa Cabrera Valdez, age 66, of Monrovia, California, passed away in her home on Thursday, September 9, 2021. She was born October 3, 1954, in San Miguel Curinhuato, Michoacán, Mexico. She immigrated at the tender age of 14 from her beloved “Loma” to labor as a migrant farmworker in the various citrus & vegetable fields of central California, Oregon, and Washington. A fearless single-mother, she hitched a ride with dear friends to southern California filled with hopes and dreams for herself and her young son, Jose, where they settled in El Monte.

Determined to accelerate her economic state and lay the foundations for her future, she attended ESL classes at Monrovia High School. She would soon meet her husband, Manuel. Teresa had a strong work ethic, was a natural negotiator, and was frugal with her spending. Yet despite possessing only a second-grade education and limited English, alongside her husband, they founded their first business venture, M & T Gardening Service, and purchased their first home in 1977. “Tere”, as she was known to many, established herself quickly as the matriarch in the family. She opened the doors of her home to her brothers, their wives, nephews, nieces, and countless other relatives and friends on their immigrant journey seeking opportunities in the U.S.

She ventured through life with a total reliance on the Lord, the Virgin Mary, and prayer. A faith instilled by her mother and grandmother to persevere through life trials and her battle with illness. She dreamed that all of her children would possess degrees and have professional careers, so she worked tirelessly to make that possible for them. She planted the seed in all of them to constantly move forward and dream big. Never one to mince words, “If you don’t want to study, then look at me, this is your future” was her way to impart wisdom and push them to achieve their goals.

Tere adored her community and was critical of the economic and social disparities she saw around her. A strong advocate when it came to labor and education issues. She participated in a school boycott by not sending her children to school to protest budget cuts to eliminate bussing. She also participated in a protest against a municipal code that would limit the hours that landscapers could operate due to the noise level produced by their equipment. A staunch defender of life, she even attended Pro-Life marches. Proud of obtaining her U.S. citizenship, she recognized the power of the vote and never missed a Presidential election cycle. She loved traveling and meeting new places and people. She made friends everywhere she went, whether at the grocery store, her favorite flower Nursery, New York, or the Bahamas. Tere lived her life without compromising her values and was devoted to family. Her smile, laugh, and humor was infectious. She was adored and admired by all who knew her.

“I have competed well; I have finished the race; I have kept the faith. From now on the crown of righteousness awaits me, which the Lord, the just judge, will award to me on that day, and not only to me, but to all who have longed for his appearance.” (2 Timothy 4:7-8)

Family

She is mourned by her husband, Manuel; her six children: Jose, Susana, David, Vanessa, Nancy, and Elizabeth; her 19 grandchildren: Tiffany, Zijn, Joe, Cole, Celeste, Catalina, Abran, Maileen, Mariana, David Jr., Leah, Isaiah, Ulysses, Sebastian, Teresita, Ezequiel, Donavin, Elena, and Sofia; and her 2 great-grandchildren: Liam and Remy.

Obituario

Teresa Cabrera Valdez, de 66 años, de Monrovia, California, falleció en su casa el jueves 9 de septiembre de 2021. Ella nació el 3 de octubre de 1954 en San Miguel Curinhuato, Michoacán, México. Ella emigró a la tierna edad de 14 años de su amada “Loma”, para trabajar como trabajadora agrícola migrante en los diversos campos de cítricos y vegetales del centro de California, Oregon y Washington. Una intrépida madre soltera, viajó con queridos amigos al sur de California, llena de esperanzas y sueños para ella y su pequeño hijo, José, donde se establecieron en El Monte.

Decidida a acelerar su situación económica y sentar las bases para su futuro, asistió a clases de Ingles en Monrovia High School, donde pronto conocería a su esposo, Manuel. Teresa tenía una fuerte ética de trabajo, era una negociadora hábil y cuidadosa con sus gastos. A pesar de poseer sólo una educación de segundo grado y un inglés limitado, junto con su esposo, fundaron su primera empresa comercial, M & T Gardening Service y compraron su primer hogar en 1977. “Tere”, como la conocían muchos, se estableció rápidamente como la matriarca de la familia y abrió las puertas de su hogar a sus hermanos, sus esposas, sobrinos, sobrinas e innumerables otros parientes y amigos en su viaje como inmigrante en busca de oportunidades en los EE. UU.

Se aventuró por la vida con una confianza incondicional en el Señor, la Virgen María y la oración. Una fe inculcada por su madre y su abuela, para perseverar a través de las pruebas de la vida y su batalla contra la enfermedad. Ella soñó que todos sus hijos tendrían títulos y carreras profesionales, por eso trabajó incansablemente para hacerlo posible. Les sembró esa semilla en todos ellos para siempre salir adelante y soñar en grande. Nunca se andaba con rodeos con las palabras, "Si no quieres estudiar, mírame, este es tu futuro" fue su forma de impartir sabiduría y empujarlos a lograr sus metas.

Tere adoraba a su comunidad y criticaba las disparidades económicas y sociales que veía a su alrededor. Una firme defensora en lo que respecta a temas laborales y educativos. Participó en un boicot escolar al no enviar a sus hijos a la escuela para protestar contra los recortes presupuestarios que eliminarían el transporte en autobús. También participó en una protesta contra un código municipal que limitaría las horas del día en que los jardineros podrían operar debido al nivel de ruido que producen sus equipos. Defensora fuerte de la vida, incluso asistió a marchas pro-vida. Orgullosa de obtener su ciudadanía estadounidense, reconoció el poder del voto y nunca se perdió un ciclo de elecciones presidenciales. Le encantaba viajar y conocer nuevos lugares y personas. Hacía amigos por donde quiera que iba; en la marketa, en el vivero, en Nueva York, hasta en los Bahamas.

Tere vivió su vida sin comprometer sus valores y entregada a la familia. Su sonrisa, risa, y humor eran contagiosos. Ella fue adorada y admirada por todos los que la conocieron.

“He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos. Sólo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa. ” (2 Timoteo 4: 7-8)

Familia

Le guardaran luto su esposo, Manuel, sus seis hijos; José, Susana, David, Vanessa, Nancy y Elizabeth; sus 19 nietos; Tiffany, Zijn, Joe, Cole, Celeste, Catalina, Abran, Maileen, Mariana, David Jr., Leah, Isaiah, Ulysses, Sebastian, Teresita, Ezequiel, Donavin, Elena y Sofia, y sus 2 bisnietos; Liam y Remy.