En este momento regreso a nuestro Padre Celestial. Despréndanse y déjenme ir…tengo tantas cosas que ver y hacer…No derramen demasiadas lágrimas, sean felices, pasamos tantos años juntos en los que yo les di mi amor y mis consejos. Les fomente buenos valores…para vivir una vida con respeto, amor y dignidad; ustedes sabrán cuánto amor y felicidad me dieron. Les doy gracias por todo el amor y apoyo que cada uno de ustedes me dio. Pero ahora es tiempo de que yo valla sola. Si se sienten tristes por mí, háganlo sólo por unos momentos… y después que su tristeza se convierta en confianza y fe.
Es sólo por un momento que vamos a estar separados, así que abriguen los recuerdos en su corazón. Yo no estaré lejos, porque la vida continúa; y si me necesitan llámenme porque yo vendré. Aunque no me puedan ver ni tocar yo estaré cerca; y si escuchan con su corazón me oirán suavemente y percibirán mi amor y mis bendiciones.
Luego cuando les toque venir por este mismo camino…Su Padre y Yo saldremos a recibirlos con una sonrisa y les diremos “¡Bienvenidos!”
María Concepción “Conchita” Hernández falleció el miércoles 18 de mayo a las 3:32 pm en su hogar acompañada por sus hijo(a)s y familia a la edad de 91 años.
Conchita nació en Monterrey, NL el 26 de septiembre de 1924.
Llegó a los Estados Unidos a los 38 años de edad con un sueño y decidida a trabajar con deseando forjar un mejor futuro para sus hijos. Se dedicó en cuerpo y alma a su familia, luchando arduamente para ver a sus hijos felices, realizados y sin carencias.
Conchita era una mujer alegre y su mayor felicidad era ver a sus hijos y nietos unidos.
Les sobreviven 7 hijos ,20 nietos, 30 bisnietos 1 tataranieto
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