Humberto “Beto” Andriano, 74, passed away on November 27, 2024, in Fresno, California, after a courageous battle with cancer. He was surrounded by his loving family during his last days. Beto was born on March 9, 1950, in San Mateo, Calpulalpan, Tlaxcala, Mexico, to Evaristo Andriano and Aurelia Garcia.
In 1973, Beto bravely immigrated to the United States, seeking a better life. His journey was not easy, but through sheer determination and an indomitable spirit, he forged a path as a farm laborer across the western United States, eventually becoming an Agricultural Machinery Operator. Beto's work ethic was legendary; he was known for his punctuality, dependability, and readiness to volunteer for any task. His dedication and unyielding commitment to excellence were admired by his bosses. Understanding the importance of communication, Beto diligently learned English, often studying at home and asking his young children for help. This exemplified his relentless pursuit of self-improvement and his desire to provide for his family.
In 1989, while working in a cotton field, Beto met Serafina. He was driving a tractor, and she was thinning cotton plants. Their friendship blossomed into a loving companionship that lasted 35 years. Beto embraced the role of a father to Serafina's five children with open arms and an open heart, helping to raise independent and hardworking children. Beto's pride in his children's accomplishments was evident to all who knew him. He showed his love through actions, always ready to lend a helping hand, whether it was working in the yard, fixing cars, or assisting with projects on his children's properties.
One of his daughters fondly remembers how, during the cold winter months, Beto would wake up extra early to start the car so that it would be warm for his two girls on their way to school. His oldest son recalls learning how to change the oil and brakes on a car at the age of 13, and by 15, he was able to earn money by helping neighbors with their car maintenance. These memories are a testament to Beto's practical wisdom and his desire to teach and empower his children. Beto's expertise with tractors was unmatched, and his oldest son still marvels at his ability to adjust the tractor disc perfectly. Jorge remembers a discussion about installing fence posts, where Beto confidently instructed him to use fine sand instead of cement, and sure enough, the posts remain standing strong to this day.
Beto enjoyed barbequing and spending quality time with his grandchildren, often sneaking treats to them even before supper was served. He also had a unique talent for training his German shepherds to be obedient, protective, and mastering tricks like being a “goalie.” Beto's life was a tapestry of hard work, love, and dedication. He showed us that true love is expressed through actions, and his legacy will continue to inspire us.
Humberto “Beto” Andriano is survived by his loving partner Serafina, his stepchildren, and his grandchildren. His memory will forever live on in our hearts, and his legacy will continue to guide us.
Rest in peace, Humberto “Beto” Andriano. Thank you for being a loving partner, a devoted father, and a remarkable man.
Obituario:
Humberto “Beto” Andriano, de 74 años, falleció el 27 de noviembre de 2024 en Fresno, California, después de una valiente batalla contra el cáncer. Estuvo rodeado de su amorosa familia durante sus últimos días. Beto nació el 9 de marzo de 1950 en San Mateo, Calpulalpan, Tlaxcala, México, hijo de Evaristo Andriano y Aurelia García.
En 1973, Beto emigró valientemente a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. Su viaje no fue fácil, pero a través de pura determinación y un espíritu indomable, forjó un camino como trabajador agrícola en el oeste de los Estados Unidos, eventualmente convirtiéndose en Operador de Maquinaria Agrícola. La ética de trabajo de Beto era legendaria; era conocido por su puntualidad, confiabilidad y disposición para ofrecerse como voluntario para cualquier tarea. Sus jefes admiraban su dedicación y su firme compromiso con la excelencia. Entendiendo la importancia de la comunicación, Beto aprendió inglés diligentemente, a menudo estudiando en casa y pidiendo ayuda a sus pequeños hijos. Esto ejemplificó su incansable búsqueda de la superación personal y su deseo de proveer para su familia.
En 1989, mientras trabajaba en un campo de algodón, Beto conoció a Serafina. Él estaba conduciendo un tractor y ella estaba desahijando plantas de algodón. Su amistad floreció en una amorosa compañía que duró 35 años. Beto asumió el papel de padre de los cinco hijos de Serafina con los brazos y el corazón abiertos, ayudando a criar niños independientes y trabajadores. El orgullo de Beto por los logros de sus hijos era evidente para todos los que lo conocían. Demostraba su amor a través de acciones, siempre dispuesto a echar una mano, ya fuera trabajando en el jardín, arreglando autos o ayudando con proyectos en las propiedades de sus hijos.
Una de sus hijas recuerda con cariño cómo, durante los fríos meses de invierno, Beto se levantaba extra temprano para encender el auto y que estuviera caliente para sus dos niñas en su camino a la escuela. Su hijo mayor recuerda haber aprendido a cambiar el aceite y los frenos de un auto a los 13 años, y a los 15, pudo ganar dinero ayudando a los vecinos con el mantenimiento de sus autos. Estos recuerdos son un testimonio de la sabiduría práctica de Beto y su deseo de enseñar y empoderar a sus hijos. La pericia de Beto con los tractores era inigualable, y su hijo mayor aún se maravilla de su habilidad para ajustar el disco del tractor perfectamente. Jorge recuerda una conversación sobre la instalación de postes de cerca, donde Beto le instruyó confiadamente que usara arena fina en lugar de cemento, y efectivamente, los postes siguen en pie hasta el día de hoy.
Beto disfrutaba hacer barbacoas y pasar tiempo de calidad con sus nietos, a menudo dándoles golosinas antes de la cena. También tenía un talento único para entrenar a sus pastores alemanes para ser obedientes, protectores y dominar trucos como ser un "portero". La vida de Beto fue un tapiz de trabajo duro, amor y dedicación. Nos mostró que el verdadero amor se expresa a través de acciones, y su legado continuará inspirándonos.
Humberto “Beto” Andriano es sobrevivido por su amorosa pareja Serafina, sus hijastros y sus nietos. Su memoria vivirá para siempre en nuestros corazones, y su legado continuará guiándonos.
Descansa en paz, Humberto “Beto” Andriano. Gracias por ser un compañero amoroso, un padre devoto y un hombre extraordinario.
FAMILIA
Serafina PuentesAmorosa Compañera
Aurelia GarciaMadre (deceased)
Evaristo AndrianoPadre (deceased)
Jorge OrtizHijo
Rosalva FernandezHija
Ramon OrtizHijo
Mary Lou EscotoHija
Ana PuentesHija
Humberto AndrianoHijo
El Señor Andriano Garcia deja atrás muchos amigos y familiares para apreciar su memoria.
PORTADORES
Jorge Ortiz
Ramon Ortiz
Jorge Ortiz Jr.
Benjamin Fernandez Jr.
Jorge N. Fernandez
Humberto Andriano
Raymond OrtizPortadores Honorarios
Reyes EscotoPortadores Honorarios
Benjamin Fernandez Sr.Portadores Honorarios
Ramiro PuentesPortadores Honorarios
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v.1.14.0