Texas. Most commonly known as Guadalupe, Ama, Rancho, & mom; she lived a full and long
lasting life, born on 25th of October in 1924 in La Huerta, Guanajuato. Her parents Sotero and
Carlota raised a strong, independent, free-spirited woman capable of any challenge confronting
her. She ventured out in life at the age of 18, marrying Remijio Sanchez and having her first
child at 19. The happy couple raised eleven children, eight biological and three adopted.
Guadalupe loved helping her community if she was not at home tending to her family she could
be found at church, helping the priest with celebrations and decorations, aiding local inmates, by
giving food and clothing she earned respect and touched those incarcerated, and helping the local
kids by giving treats and food during major holidays and celebrations. Living a century is no
easy feat, the events she has survived were nothing easy as well. Guadalupe managed to live
through two pandemics, a world war, natural disasters, and the loss of family members. A
devoted Catholic she never gave up hope or faith whenever turbulent times came her way, stood
tall and never backed down from a fight. Always looking for peace and praying for those in need
of help. Guadalupe never left anyone behind, a selfless woman thinking of others before herself
till the end. May she rest in peace, and know she will be deeply missed. God Bless.
María Guadalupe Sánchez Cornejo, de 99 años, falleció el 30 de septiembre del 2024
en Dallas, Texas. Conocida como Guadalupe, Ama, Rancho y Mamá; vivió una vida plena
y bendecida, nació el 25 de octubre de 1924 en La Huerta, Guanajuato. Sus padres Sotero y
Carlota criaron a una mujer fuerte, independiente y de espíritu libre, capaz de afrontar
cualquier desafío que se le presentara. Se aventuró en la vida a los 18 años, se casó con
Remijio Sánchez y tuvo su primer hijo a los 19 años. Felices criaron a once hijos, ocho
biológicos y tres adoptados. A Guadalupe le encantaba ayudar a su comunidad, si no estaba
en casa atendiendo a su familia, la podrían encontrar en la iglesia, ayudando al sacerdote
con las celebraciones y decoraciones, ayudando a los prisioneros, dándoles comida y ropa,
se ganó el respeto de los encarcelados, y ayudó a los niños locales dándoles golosinas y
comida durante los días festivos y celebraciones. Vivir un siglo no es algo fácil, los
acontecimientos a los que ha sobrevivido tampoco lo fueron. Guadalupe logró sobrevivir a
dos pandemias, una guerra mundial, desastres naturales y la pérdida de familiares. Cómo
católica devota, nunca perdió la esperanza ni la fe cuando se le presentaron tiempos
turbulentos, se mantuvo firme y nunca retrocedió ante una adversidad. Siempre buscando
la paz y orando por quienes necesitan ayuda. Guadalupe nunca dejó a nadie atrás, una
mujer desinteresada pensando en los demás antes que en ella misma hasta el final. Que
descanse en paz y sepa que la extrañaremos profundamente. Dios la bendiga.
COMPARTA UN OBITUARIOCOMPARTA
v.1.13.0