Gustavo Martinez

Music had a huge role in Gus' life from the day he was born. To commemorate his birth, Gus's father surprised his mother with a record, 8-track, tape stereo. Gus's enthusiasm for music and rap freestyling began then. At a young age, Gus along with his primo would sing classic Bronco and Los Tigres Del Norte titles with a patchwork of buckets, pots, and pans serving as their instruments. In high school, he was voted most likely to become a rapper. Accompanied by his friends, he once recorded a rap CD. Mr. Casual-t was his rap moniker. Gus was persuasive. He’d even get the ice cream truck to play his tunes down his neighborhood. Though he didn't pursue a music career later in life, Gus always drove with his sound system at full blast. Shaking windows was a sign he had arrived. His love for music and poetic expression never left him.

Gus was a happy, outgoing individual who got along with people from all walks of life and ages. He yearned for meaningful human connection and friendship. He was gregarious and had a broad sense of humor that made everyone laugh. He was bashful, despite the fact that he was extroverted and exuded immense energy.

When he laughed, he would frequently cover his mouth with a closed fist as he chuckled away. His joy was contagious and radiated across his gestures. He was playful, always doing travesuras to make people laugh.

Gus often seemed larger than life. He carried an open heart for receiving and giving love. He was sensitive and receptive. Gus’s love language was gifting. He’d show his love by giving gifts to the people he loved and appreciated, such as food or items, no matter how small or extravagant. Gus also had a knack for cooking delicious meals with abundant seasoning. One of his specialties was papas en el comal or potatoes made on a flat griddle with plenty of salt, lime, and Tapatio. While he loved steak and lobster, his favorite meal was his mom’s costilla de puerco con chile rojo y tortillas de harina, pork ribs with red chili and flour tortillas.

Gus was a lifelong learner who never gave up. Despite adversity and challenges in his life, he maintained his cheerful demeanor. He was unafraid of failing big or of dreaming big! He worked hard to be consistent! He took risks and used all of his talents. Every day, he pushed himself to be a better person and achieve happiness no matter his circumstances. He was a passionate person.

He held himself accountable for learning from his life lessons. His legacy is that no matter how deep you fall—faith, patience, dedication, humility, and love will always help you rise again. In face of these hurdles, Gus still savored life. He was never jaded or pretentious. He always remained loyal and humble.

Gus was emotionally deep and intelligent. He loved learning. He attended Nueva High School. He received his GED and Occupational Safety and Risk Management certificate training from California State University Bakersfield and California State University Dominguez Hills. Gus applied his personal and educational knowledge everywhere we went. From the farm to the oil fields, Gus always excelled at his jobs. He was passionate about occupational safety in the oil fields and held over a decade of experience. He had extensive comparative conversations about the application of OSHA rules and worker rights in the agricultural and oil fields.

From his perspective as a self-titled “Mexican-Chicano with brown skin”, Gus amassed an immense amount of political knowledge that came from his lived experience. He had a heart of an advocate, always attuned to the systemic injustices from climate change, the criminal justice system, poverty, and occupational safety. He believed fervently in human rights and equality. He always rooted for the underdogs. Gus was compassionate.

Gus always thought about others and was extremely philosophical about his life's purpose. It is clear the creator placed him on our path to learn from him about how to live with love, care, and passion. He was a living and breathing work of art. At the time of his death, Gus left with a long list of goals close to finishing. While those tasks will now remain undone, there is comfort in knowing Gus never quit.

Gus was an open book and the people that knew him held important chapters of his life. Gus carried every person in his heart. He was extremely caring and loved by many. He always accompanied his parents and cared for them. Gus took steps to improve his relationship with his daughters. Mr. Martinez leaves behind his parents Lola y Beto, children Heidi and Nexie, siblings Juan, Claudia, and Jenni, grandmother, nephews, nieces, aunts and uncles, primos, and countless loved ones and friends.

Before his final days, Gus was extremely happy and aligned with the mission God gave him. Gustavo’s legacy will live on through his memory and the teachings he gifted the world. Others will continue to live through him. He will be missed.

There is a heaven for a G…

Rest in Peace.

______________________________________________________________________________________________

Gustavo “Gus” Martínez nació el 31 de julio de 1983 en Bakersfield, California. Falleció el 4 de junio de 2022 en Midland, Texas a la edad de treinta y ocho años.

La música jugo un papel muy importante en la vida de Gus desde el día en que nació. Para conmemorar su nacimiento, el padre de Gus sorprendió a su madre con un disco estéreo de 8 pistas. El entusiasmo de Gus por la música y el rap comenzó ese dia. A una edad temprana, Gus junto con su primos cantaban títulos clásicos de Bronco y Los Tigres Del Norte con un mosaico de cubos, ollas y sartenes que servían como instrumentos. En la escuela secundaria, fue votado como el más probable de convertirse en rapero. Acompañado de sus amigos, una vez grabó un CD de rap. Mr. Casual-t era su apodo musical. Gus fue persuasivo. Incluso conseguio que el paletero tocara sus canciones en su vecindario. Aunque no siguió una carrera musical como adulto, Gus siempre manejaba con unas bocinas que retumban las ventanas. Su amor por la música y la expresión poética nunca lo abandonó.

Gus era una persona feliz que se llevaba bien con personas de todos los ámbitos de la vida y edades intergeneracionales. Anhelaba una conexión humana y amistades significativas. Era sociable y tenía un amplio sentido del humor que hacía reír a todos. Era tímido, a pesar de que era extrovertido y exaltaba una energía maravillosa.

Cuando se reía, con frecuencia se cubría la boca con el puño de su mano cerrado mientras se reía. Su alegría era contagiosa y se irradiaba a través de sus gestos. Era juguetón, siempre haciendo travesuras para hacer reír a la gente.

Gus a menudo parecía más grande que la vida. Llevaba un corazón abierto para recibir y dar amor. Era sensible y receptivo. El lenguaje de amor de Gus era obsequios. Mostraba su amor dando regalos a las personas que amaba y apreciaba, como alimentos o artículos, sin importar cuán pequeños o extravagantes fueran. Gus también tenía la habilidad de cocinar comidas deliciosas con abundantes sazon. Una de sus especialidades eran las papas en el comal hechas a la plancha con mucha sal, limón y tapatío. Si bien amaba el bistec y la langosta, su comida favorita era la costilla de puerco con chile rojo y tortillas de harina de su mamá.

Gus fue un estudiante de la vida que nunca se dio por vencido. A pesar de las adversidades y las decepciones en su vida, mantuvo su alegría. ¡Él no tenía miedo de fallar en grande o de soñar en grande! ¡Trabajó duro para ser consistente!. Tomaba riesgos con todos sus talentos. Todos los días, se esforzaba para mejorar y alcanzar la felicidad sin importar las circunstancias. Era una persona apasionada.

Se hizo responsable de aprender las lecciones de la vida. Su legado es que no importa qué tan profundo caigas, con fe, paciencia, dedicación, humildad y amor siempre te levantartas de nuevo. Frente a estos obstáculos, Gus aún saboreaba la vida. Nunca fue hastiado o pretencioso. Siempre se mantuvo leal y humilde.

Gus era emocionalmente profundo e inteligente. Le encantaba aprender. Asistió a la Escuela Secundaria Nueva. Recibió su certificado de GED y Seguridad Ocupacional y Gestión de Riesgos de la Universidad Estatal de California en Bakersfield y la Universidad Estatal de California Domínguez Hills. Gus aplicó su conocimiento personal y educativo en todos los lugares a los que fuimos. Desde los campos agrícolas y petroleros, Gus siempre sobresalió en su trabajo. Le apasionaba la seguridad ocupacional y tenía más de una década de experiencia. A menudo, tenía extensas conversaciones comparativas sobre la aplicación de las normas de OSHA y los derechos laborales en los campos agrícola y petrolero.

Desde su perspectiva como un “mexicano-chicano de piel morena”, Gus acumuló una inmensa cantidad de conocimiento político que provino de su experiencia vivida. Tenía un corazón de defensor, siempre en sintonía con las injusticias sistémicas del cambio climático, el sistema de justicia penal, la pobreza y la seguridad laboral. Creía fervientemente en los derechos humanos y la igualdad, y siempre apoyaba a los desprotegidos. Él era compasivo.

Gus siempre pensaba en los demás y era extremadamente filosófico sobre el propósito de su vida. Está claro que el creador lo puso en nuestro camino para aprender de él cómo vivir con amor, cuidado y pasión. Gus fue una obra de arte viva. En el momento de su muerte, Gus se marchó con una larga lista de objetivos a punto de terminar. Si bien esas tareas ahora permanecerán sin hacer, hay consuelo en saber que Gus nunca se dio por vencido.

Gus era un libro abierto y las personas que lo conocieron jugaron capítulos importantes de su vida. Gus llevaba a cada persona en su corazón. Era extremadamente cariñoso y amado por muchos. Siempre acompañó a sus padres y cuidó de ellos. Gus tomó medidas para mejorar la relación con sus hijas. El Sr. Martínez deja atrás a sus padres Lola y Beto, hijos Heidi y Nexie, hermanos Juan, Claudia y Jenni, abuela, sobrinos, tías y tíos, primos e innumerables seres queridos y amigos.

En sus últimos días, Gus estaba extremadamente feliz y alineado con la misión que Dios le dio. El legado de Gustavo vivirá a través de su memoria y las enseñanzas que le dio al mundo. Otros seguirán viviendo a través de él. Él será extrañado.

Hay un cielo para un G...

Que descanse en paz.