Ms. Maria Ligia Alzate

Es sobrevivida por su hija Martha Jaramillo, su nieta Melodie, y bisnietos Jacob y Zachary quienes la aman y extrañan profundamente.

Perteneció a la iglesia católica de St. Alphonsus en Toronto Canada en donde dedicó fervorosamente la mayor parte de sus años a nuestro Señor Jesucristo y su santa Iglesia.

Doña Ligia, una mujer devota a Dios, a la virgen y una ejemplar representante de su fé Católica, aún participando del sermón De Dios en casa cuando ya no lograba físicamente participar en su misa semanal. Fue una mujer fervorosa en su devoción al Sagrado Corazón y la Virgen del Carmen.

Vivió su vida entregada a su familia, brindándoles apoyo incondicional e infinito afecto sin desperdiciar nunca un momento para dar abrazos y besos y siempre lista para compartir locuras con su nieta y bisnietos Jacob y Zachary, sin pena, siempre lista para darnos amor.

Fue una increíble madre, siempre presente e incondicional en su amor y apoyo, compartiendo sus gustos en música y disfrutando de las serenatas en compañía de su hija volviéndose tradición de fin de semana, siendo su canción favorita “Flores Negras”.

La cocina fue su labor de amor, era plena y feliz compartiendo sus platos típicos con sus amistades y familia; famosa por sus empanadas incomparables.

Su segundo gran talento fue hacer reír a los demás, con un talento único de contar chistes, e imitar conocidos cómicos Colombianos para hacernos reír en el momento mas inesperado.

Doña Ligia, Amacita, Bo, o Bis, conocida de una o varios de estos nombres, será por siempre recordada con una ternura profunda y amor infinito por todos quienes tuvieron la fortuna de compartir con ella.

Por siempre y para siempre te adoramos Ligiecita!

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Doña Ligia, was deeply devoted to God, and the Virgin Mary , she was an exemplar representative of her Catholic faith, still participating of Sunday service at home when she was no longer physically able to participate in her weekly Sunday mass.

She lived her life Dedicated to her family, providing them with unconditional support and affection, never wasting a moment to share a hug, and always ready to get silly with her granddaughter and great grandsons Jacob and Zachary, never shy, ready to love.

She was an incredible mother always present and unconditional in her love, sharing her taste in music and enjoying in the company of her daughter Martha her weekly serenade show which became their weekend tradition, her favourite song “Flores Negras”.

The kitchen was her labour of love, she was fulfilled and always happy sharing her traditional home cooking with her friends and family; and famously known within her community for her incomparable empanadas.

Her second talent was making people laugh. She greatly enjoyed telling jokes and imitating great Colombian comics, making us laugh in the least expected moments.

She was known as Doña Ligia, Amacita, Bo, or Bis, and will forever be remembered with tender love, and affection, by all whom had the good fortune knowing her.

Now and forever, we adore you Ligiecita!