Carol Judith Rivera Martínez

enero 1979- noviembre 2023

Carola, como cariñosamente le llamábamos, fue una gran hija, hermana y amiga, deja un legado de amor que seguirá resonando en los corazones de quienes deja atrás. El espíritu radiante de Carola partió de este mundo, dejando atrás recuerdos preciados y un legado imborrable de amor puro. Su risa contagiosa podía iluminar los días más oscuros y su naturaleza compasiva tocó los corazones de todos los que tuvieron el privilegio de conocerla.

Nacida en un mundo que ella adornó con su gracia, su fuerza, su alegría y sus loqueras el viaje de Carola fue uno de amor, y compasión desinteresada. Carola vivió plenamente. Fue una fiel fanática de los Dallas Cowboys, Boston Red Sox y los Cangrejeros de Santurce. También fue una fiel amante de los animales y una de las dos únicas oficiales en la División de Servicios de Emergencia de la Policía del Fuerte Buchanan. Su compromiso inquebrantable con los demás fue evidente en las innumerables vidas que tocó, lo que la convirtió en una fuente inspiración tanto para amigos como para familiares.

El amor de Carola se extendió más allá de las fronteras de la sangre, creando una familia elegida unida por lazos de afecto y comprensión. Su capacidad para conectarse con los demás a un nivel profundo dejó un impacto duradero, fomentando un sentido de unidad y pertenencia entre aquellos que tuvieron la suerte de compartir su presencia. Sus actos desinteresados de bondad y su corazón de oro tocaron la vida de muchas personas. Ella nos enseñó lo que significa amar sin juzgar y sin interés y tu memoria seguirá viva en nuestros corazones.

Mientras lamentamos la pérdida de Carola, celebremos también la hermosa vida que vivió. Que su memoria sirva como recordatorio del poder transformador del amor y del profundo impacto que un alma puede tener en el mundo.