Nicolas Sanabria

Nico fue siempre una persona trabajadora, emprendedora, pero más que nada una persona en la que se podía confiar. Su carácter fuerte y su lenguaje florido algunas veces intimidaban, pero eso solo es el reflejo de lo que aprendió de niño. En el pueblo los hombres son fuertes y no lloran, mucho menos demuestran sus sentimientos. Nico cambió poco a poco su carácter, su modo de pensar y mirar la vida. Se dió cuenta que nada pasa si dices te quiero, te amo, si lloras o abrasas a alguién. Para el su familia siempre fue primero, aunque no lo demostrara.

Nunca olvidaremos nuestras acampadas juntos, el volver a la naturaleza lo llenaban de vida, energía, y vitalidad. Nunca teniamos que preocuparnos cuando el clima no cooperaba con nosotros porque Nico en un dos por tres construía todo un campamento con lonas, palos, lazos o lo que tubiera a la mano. Una anécdota inolvidable de entonces como demostración de su poca paciencia, fue una noche que al no poder abrir el ziper de su casa de campaña sin titubear le corto a la puerta con su navaja.

Siempre hizo cosas extremas porque asi reaccionaba él. Nunca pensaba dos veces las cosas y eso lo metió en problemas, pero sus intenciones no eran malas y mucho menos lastimar a las personas.

Los últimos 3 años fueron de aprendizaje, aceptación y lucha, pero llenos de fé en Dios y en la Virgen. Todos en la familia y los amigos logramos acercarnos más. Los caminos del Señor son empredecibles y nunca nos manda el manual explicandonos porque, pero tampoco nos dá una cruz que no podamos cargar; aún asi no se dejo vencer y cantó y bailó hasta que Dios se lo permitió.

Para él ya se termino el dolor, el sufrimiento, los malos momentos. Todo ahora es alegría y regocijo porque está con Papá Dios.

Nico, no nos despedimos con tristeza porque sabemos que no estás solo. Celebra tu nueva etapa con Don Sabino, Angelica, Tia Maria, Jillian y todos los demas seres queridos que están en la mansion que Dios te ha designado.

Te amamos y nos veremos cuando el Señor así lo disponga.