Loreta Trevizo Rascon

Loreta Trevizo Rascon, 82 years, went to be with the Lord on April, 24, 2020. She was born on September, 8, 1937, in Tarachi, Sonora, Mexico, to her parents, Placido Trevizo Nunez, “Papacito” and Angela Rascon Amavizca, “Mama Angelita.”

She dedicated her life to being an assistant nurse since 1976. In 1999, she was very proud of graduating as a registered nurse when she was 62 years old. Above all, she dedicated her life to her faith in Jesus Christ and made sure to share the gospel with her family and even her patients. She attended Iglesia de Dios Temple Cortinas in Ciudad Obregon, Sonora, Mexico. In 2003, she became a resident in Phoenix, AZ.

She is survived by her children, Alma Delia, Dora Esthela, Irma Idalia, Mary, Javier, Jonathan, 14 grandchildren, and 17 great-grandchildren.

She is preceded in death by her parents, her son David Enrique, and her grandson, Eric Lopez.

Her family has been left with a deep sadness in their hearts, however, they are comforted, in their faith, that she is resting in the presence of the Lord.

Loreta Trevizo Rascon, de 82 años, se fue con el Señor el 24 de abril, del 2020. Nació el 8 de septiembre de 1937 en Tarachi, Sonora, México. Sus padres, Plácido Trevizo Núñez “Papacito” y Ángela Rascon Amavizca “Mama Angelita.”

Dedicó su vida a ser enfermera auxiliar desde el 1976 en el hospital del Seguro Social. En 1999, estaba muy orgullosa de graduarse como enfermera general cuando tenía 62 años. Sobre todo, dedicó su vida a su fe en Jesucristo y se aseguró de compartir el evangelio con su familia e incluso con sus pacientes. Ella fue una fiel miembro de la Iglesia de Dios Templo Cortinas en Ciudad Obregón, Sonora, México. En el 2003, se convirtió en residente en Phoenix, AZ.

Le sobreviven sus hijos, Alma Delia, Dora Esthela, Irma Idalia, Mary, Javier, Jonathan, 14 nietos y 17 bisnietos. Le precedieron en la muerte sus padres, su hijo David Enrique y su nieto, Eric López.

Su familia se ha quedado con una gran tristeza en sus corazones, sin embargo, sienten consuelo, atravez de su fe, que ella descansa en la presencia del Señor.