Sylvia G. Panciera

October 16, 1948 - September 9, 2023

Sylvia better known as “Chivita” by family and friends, was loved by so many. She passed away surrounded by the love of her family after a short battle with an illness. Her love of life was truly contagious, always with the most beautiful smile she lit up every room she came into. Cooking- was her love language… Anyone who tasted one of Chivita’s delectable dishes, instantly fell in love with her flavorful treats. We could even say she’s quite the magician, because out of one single chicken breast she could somehow make 18 flautas…I know, impressive. Her food was so mouthwatering, she always offered food-to-go in her famous “Tupperware” that dated back to 20 years- and always warned those she lent them out to- that she needed them back because they were truly precious cargo. Although she was a banker by profession, she was always a gardener at heart. She took so much pride in working outdoors, her gardens were legendary- and she taught those she loved that when you spoke lovingly to your plants, your plants would always show their love by sprouting into the most beautiful of God’s gifts.

Chivita was a devoted mother and grandmother who was overly loving and always a little too cautious with everyone- frequently starting her sentence with “Cuidado pedacito porque…”

She always looked forward to visits from her favorite ‘little people,’ her grandchildren. Although she had love for everyone, her grandchildren were the light of her life. She always said that her grandchildren where one of the greatest gifts she had ever been given. This is exactly why she made sure they always knew that grandma loved them more than anything in the world. Her children were her rainbows, and her grandchildren- her pot of gold.

Chivita had the best humor, which is why she was often at the end of our practical jokes… One instance she always remembered was when her nieces decided to turn her car-seat-heater ON during an hour long ride…It was quite weird that we didn’t hear a single “peep” from her-when she was usually at the center of every and any conversation…When we finally arrived at our destination- she quietly scooted out of the car thinking she had accidentally “gone #1”- It was only until we all laughed…That she realized that incontinence was not at all the issue…She laughed with that memorable chuckle that we remember to this day.

Her friends were always happy to have her around, because she always had the best recipes and treats to share, paired with the best Cafecito- perfect for some dinner time “chisme” around the table. Those who really-really knew her, even got the fashionable forward “blue lycra shorts” when we came knocking at the door, and if it was past 7pm- we even got the bandana and hair curling roller attached to the top of her head. An image we will cherish forever.

They say that those we love don’t ever go away. They walk beside us every single day…Unseen, unheard, but always near. Still loved, still missed, and very dear.

Chivita will forever be engraved in our hearts…We will remember her with every beautiful sunrise through every ray shining on God’s beautiful gardens. Her famous Thanksgiving dinners will be missed, and every time we enjoy her favorite Luby’s pecan pie, or her beloved “pan dulce” (from the furthest ‘panaderia’ in town)- we will remember one of the most beautiful and purest of souls that ever walked on this earth.

Chivita, por el resto de nuestros días, te amaremos y te recordaremos. Sabemos que ya estas disfrutando de los bellos jardines del cielo junto a nuestra adorada Tita. Hasta allá arriba, te mandamos todo nuestro amor. Sabemos que desde el cielo nos estas regalando esa bella sonrisa que para siempre quedara grabada en nuestros corazones.

Hasta pronto nuestro angelito, nos quedaremos con tantos buenos recuerdos que nos hicieron tan pero tan feliz. Esto no es un adiós, sino un hasta pronto.

Descansa en paz Chivita.

“Cuando los que amamos parten, pasan de vivir entre nosotros a vivir EN nosotros.”

Sylvia G. Panciera

16 de Octubre de 1948 – 9 de Septiembre de 2023

Sylvia, mejor conocida como “Chivita” por familiares y amigos, era querida por muchos. Falleció rodeada del amor de su familia luego de una corta batalla contra una enfermedad que nos la arrebato. Su amor por la vida era verdaderamente contagioso, siempre con la más hermosa sonrisa iluminaba cada lugar al que entraba. Cocinar- era su lenguaje de amor... Cualquiera que probara uno de los deliciosos platillos de Chivita, quedaba instantáneamente enamorado de su gastronomía. Inclusive- hasta podríamos decir que era toda una maga, porque de una sola pechuga de pollo podía hacer hasta 18 flautas… Lo sé, impresionante.

Su comida era tan deliciosa que siempre pedíamos para llevar en sus famosos “Tupperwares” con los que tenía más de 20 años, y siempre advertía a quienes se los prestaba que los necesitaba de regreso porque eran obsequios demasiado preciados. Aunque era banquera de profesión, siempre fue jardinera de corazón. Le enorgullecía mucho trabajar al aire libre… sus jardines eran legendarios- y una de sus más tiernas enseñanzas era que: cuando hablabas con amor a tus plantitas, ellas siempre mostrarían su amor al florecer y convertirse en el más hermoso de los regalos de Dios.

Chivita era una madre y abuela devota, demasiado cariñosa y a la vez precavida ‘nivel exagerada’ con todos- no era nada raro escucharla comenzar su consejos con “Cuidado pedacito porque…”

Siempre esperaba con ansias la visita de sus “pedacitos” favoritos: sus nietos. Aunque amaba a todos, sus nietos siempre fueron la luz de su vida. Chivita siempre nos decía que ellos eran uno de los mayores regalos que le dio la vida. Precisamente por eso se aseguró de que siempre supieran que la “grandma” los amaba más que a nada en el mundo. Sus hijos eran su arcoíris y sus nietos, la olla de oro al final de dicho arcoíris.

Chivita tenía el mejor sentido del humor, por eso a menudo era el blanco de nuestras bromitas... Ella siempre recordaba con mucha gracia una ocasión en la cual sus sobrinas decidieron encender la calefacción del asiento de su auto durante un viaje de varias horas... Era bastante extraño que no le escucháramos ni un solo "pío" durante todo el camino, cuando generalmente era el centro de todas y cada una de las conversaciones... Pero bueno, para no hacerles el cuento muy largo…Cuando finalmente llegamos a nuestro destino, ella se salió muy disimuladamente del auto pensando que sin querer se había "hecho pipi" - Fue sólo hasta que todos nos reímos... que se dio cuenta de que la incontinencia no era el problema... Se río con esa carcajada tan memorable que con amor recordamos hasta el día de hoy.

Sus amigos siempre estaban felices de tenerla cerca, porque ella era quien tenía las mejores recetas y delicias para compartir, acompañadas del mejor cafecito, perfecto para echar el chal a la hora de la cena. Aquellos que realmente la conocíamos y éramos un poco más cercanos, hasta fuimos testigos de sus siempre memorables “shorts azules de lycra”- que estaban al borde de lo ridículo- sin embargo ella los portaba con gran elegancia y seguridad….Ah…y si llegabas a su casa después de las 7pm hasta te tocaba el dichoso turbante -con un tubo en la parte superior de su cabeza para darle un poco más de volumen al día siguiente…

Una imagen que atesoraremos para siempre.

Dicen que cuando alguien que amamos muere, nunca lo podemos superar por completo. Simplemente aprendemos poco a poco a seguir la vida sin ellos. No cabe ni la menor duda que el bello recuerdo de Chivita siempre quedará grabado en nuestros corazones… La conmemoraremos con cada hermoso amanecer a través de cada rayo que brilla en los hermosos jardines de Dios. Extrañaremos sus famosas cenas del día de Acción de Gracias, y la pensaremos cada vez que disfrutemos de su pay de nuez favorito de Luby's, o al deleitar nuestro paladar con su “pan dulce” favorito (de la 'panadería' que quedaba más lejos que la casa de Tarzán)… Estos son solo algunos bellos detalles donde la recordaremos como una de las almas más bellas y puras que alguna vez caminó sobre esta tierra.

Chivita, por el resto de nuestros días, te amaremos y te recordaremos. Sabemos que ya estas disfrutando de los bellos jardines del cielo junto a nuestra adorada Tita. Hasta allá arriba, te mandamos todo nuestro amor. Sabemos que desde el cielo nos estas regalando esa bella sonrisa que para siempre quedara grabada en nuestros corazones.

Hasta pronto nuestro angelito, nos quedaremos con tantos buenos recuerdos que nos hicieron tan pero tan feliz. Esto no es un adiós, sino un hasta pronto.

Descansa en paz Chivita.

“Cuando los que amamos parten, pasan de vivir entre nosotros a vivir EN nosotros.”